Después de vivir una etapa repleta de emociones en Huracán, el inicio de esta nueva ilusión en River también estuvo marcado por un alto contenido emocional. El recibimiento de la gente fue tan cariñoso como inesperado. Y el aliento de la hinchada, permanente y estremecedor. El equipo pudo mostrar buen fútbol en muchos pasajes y el coraje de jugar e ir a buscar el partido siempre con el orgullo a flor de piel, que son características típicas de este club. El rival, Godoy Cruz, fue muy difícil porque juega muy bien y no está entre los primeros de casualidad. Hubo actuaciones individuales notables en River y otras muy prometedoras, y colectivamente aparecieron algunos conceptos que hay que consolidar todavía, como es lógico. Entiendo que si la gente de River me identifica con su estilo histórico, es debido a la campaña hecha en Huracán en el Clausura 2009 y su forma de jugar. Por eso estoy agradecido a quienes apostaron por mí en aquella oportunidad, lo que hizo que se abrieran muchas puertas importantes y haya podido elegir la que considero la mejor opción posible. Estar en River es un halago incomparable y espero poder estar a la altura de esta responsabilidad y ganarme el afecto de la gente, tal como ocurrió en Huracán. Nos quedan aún cuatro partidos importantísimos, muy difíciles, y poco tiempo. Pero tengo jugadores con la suficiente trayectoria y jerarquía como para ser optimista. Veremos qué pasa.

* Publicado por el autor en cappadt.blogspot.com