El volante Federico Insúa, quien reemplazó a Juan Román Riquelme en el partido que Boca perdió ante Gimnasia, sufrió un desgarro en el aductor derecho y tendrá para tres semanas de recuperación. Pero no todas son malas noticias para el entrenador Roberto Pompei, ya que si bien Riquelme se entrenó ayer en forma diferenciada debido a una molestia en la rodilla izquierda, podría llegar en condiciones al clásico ante San Lorenzo.

Insúa se presentó ayer por la mañana en el predio de Casa Amarilla y luego fue derivado hacia una clínica privada para realizarse los estudios correspondientes, los que determinaron que sufre un desgarro, y la lesión ocurrió el domingo pasado cuando Boca perdió 1 a 0 en La Plata ante Gimnasia. Insúa sufrió un tirón en una corrida que efectuó en el primer tiempo, pero recién en el segundo período fue reemplazado, a los 14 minutos, por Guillermo Marino.

En tanto, durante la práctica de ayer en Casa Amarilla, Riquelme realizó tareas físicas en el gimnasio del complejo, con el kinesiólogo Leonardo Betchakian, ya que no se recuperó totalmente de una sinovitis en la rodilla izquierda, que le impidió jugar en La Plata. El parte médico lo completan el volante Cristian Erbes, quien padece una contractura en el aductor izquierdo, y el defensor Ezequiel Muñoz, quien sufre una contractura en el aductor derecho.

Por otra parte, ayer no se presentó el zaguero brasileño Luiz Alberto, debido a que decidió poner fin a su contrato con Boca, que vencía en diciembre, y ahora tendría arreglada su incorporación al Santos de Brasil. Luiz Alberto llegó en febrero pasado como reemplazante del paraguayo Julio Cáceres que se fue al Mineiro, pero el bajo rendimiento exhibido y la certeza de que el técnico no lo tendrá en cuenta, forzaron su salida.