DEPORTES
El automovilismo argentino larga el 2003 como una real carrera política
Antes de las elecciones del 27 de abril, el TC y el TC 2000 correrán en los autódromos de San Luis, Río Gallegos y La Rioja, bajo la influencia de los precandidatos presidenciales.
› Por Pablo Vignone
Es una auténtica carrera política. Las principales categorías del automovilismo argentino, el Turismo Carretera y el Turismo Competición 2000 se apresuran por correr en los patios traseros de los principales precandidatos presidenciales justo antes de las elecciones del 27 de abril próximo. Exactamente en el mes y medio previo a los comicios, ambas especialidades visitarán los autódromos de San Luis, Río Gallegos y La Rioja, los bastiones de Adolfo Rodríguez Saá, Néstor Kirchner y Carlos Menem, para llevar a cabo sendas fechas de sus respectivos campeonatos nacionales.
En efecto, la ronda arranca el 2 de marzo en la tierra de Adolfo Rodríguez Saá, cuando el TC 2000 inaugure su campeonato 2003 con una carrera en el flamante autódromo ubicado en las cercanías de la capital puntana. Una semana más tarde, el domingo 9, el TC completará una larga excursión al autódromo de Río Gallegos, el mismo que se inaugurara en diciembre del 2001. La ronda seguirá cuatro semanas después, el 6 de abril, cuando el TC 2000 regrese, después de casi 20 años de ausencia, al autódromo de La Rioja, que el automovilismo nacional no pisa desde hace tres temporadas, y el domingo 20 de abril será el TC el que visite San Luis. El siguiente domingo, el automovilismo le dejará el lugar a una carrera más trascendente.
La relación estrecha entre la política y el automovilismo ha sido vastamente detallada, y se funda en dos necesidades: la de recursos económicos por parte del deporte, y la del marketing político que esgrimen los candidatos. Durante el 2002 fueron varios los pilotos que llevaron propagandas políticas en sus coches, algo que hasta hace una década estaba expresamente prohibido en los reglamentos deportivos. Así, el fueguino Julio Catalán Magni promocionó a Kirchner en sus coches de TC y Top Race, Marcelo Lamanna hizo lo propio con Menem –e incluso realizó una exhibición informal en el autódromo de La Rioja– y el cordobés Roberto del Bo llevó la publicidad de Rodríguez Saá. Semejantes conexiones hicieron posible esta catarata de citas.
Tres meses atrás, el autódromo de San Luis era un dibujo de tierra, y el TC 2000 esperó hasta último momento para correr su cierre de temporada 2002 en ese escenario. La pista se terminó este mes, y entonces servirá de escenario a sendas competencias de ambas categorías, las más importantes del automovilismo argentino.
El autódromo de Río Gallegos fue construido en el 2001 con una inversión millonaria. El Turismo Carretera lo inauguró en diciembre de ese año, y nunca podrá olvidarse de aquel debut: mientras los coches salían a clasificarse, el sábado 1º, Domingo Cavallo anunciaba el corralito... En aquella ocasión se pagaron 400 mil pesos para que el TC cerrara su torneo 2001 en esa pista. El autódromo estuvo inactivo a nivel nacional durante el 2002, pero encontró su hueco en el calendario 2003.
El TC 2000 volverá a La Rioja, a la que no visita desde la década del ‘80, antes que Carlos Menem llegara a la Presidencia de la Nación. El autódromo estaba en desuso hasta que se hizo cargo, el año pasado, una sociedad gerenciadora; uno de sus accionistas es nada menos que el otro riojano más famoso, Ramón Díaz.
La última carrera importante en ese autódromo tuvo lugar en 1999, cuando ganara el bonaerense Pedro Doumic llevando en su Chevrolet Vectra la leyenda “Duhalde Presidente”. Doumic tiene acceso al Presidente: gracias a él, los máximos dirigentes del TC visitaron la residencia de Olivos en enero pasado, pocos días después de que la Asamblea Legislativa designara a Duhalde.
Y, casualidad o no, el calendario 2003 del TC arranca el próximo domingo 19 de enero con la primera de dos competencias en el autódromo de Mar de Ajó, cuyo concesionario es el propio Doumic...
Aunque el verdadero mandatario sigue siendo el tetracampeón del TC, Guillermo Ortelli, que ayer probó su Chevrolet en Mar de Ajó y marcó elmejor tiempo de la jornada, bajando la pole-position de la última carrera y sacándole más de un segundo a Juan María Traverso.