Los jugadores de Argentinos le dieron una vida más a su técnico, Pedro Troglio, al rescatar un empate agónico ayer frente a Quilmes en el estadio Centenario. El equipo de Hugo Tocalli había resistido con dos jugadores menos, por las expulsiones de Aránguiz y Hirsig, pero Berardo marcó el 2-2 final en la última jugada del partido. Anteriormente, Sabia había abierto la cuenta para el visitante, mientras que Torres y Juan José Morales habían marcado para el local.

Si bien el empate no le sirvió a ninguno de los dos, Quilmes se fue con un sabor mucho más amargo, debido a que estuvo más cerca de ganar. En un desenlace dramático, Berardo definió abajo del arco, cuando todos los dirigidos por Troglio habían ido a cabecear el último corner, incluido el arquero Navarro.

Luego de un primer tiempo muy chato, Sabia había capitalizado un error defensivo para amargar transitoriamente al local, que jugó los últimos 15 minutos con dos hombres menos. Cuando parecía que la historia iba a ser favorable para el visitante, Torres, en posición adelantada, y Morales invitaron a soñar a los hinchas cerveceros, quienes cambiaron insultos por alegría futbolera. El empate final fue un mazazo para Quilmes y un leve alivio para Argentinos, que sigue lejos de su mejor versión.