Cuando Juan Martín Del Potro pise el cemento del estadio de Bangkok y pegue su primer raquetazo frente al belga Olivier Rochus (televisa Fox Sports desde las 9) habrá terminado la inactividad de ocho meses y cuatro días y comenzará la ilusión de poner proa al lugar de los elegidos al que llegó el año pasado con la obtención de su ansiado título en el abierto de los Estados Unidos.

“Me siento muy feliz por estar de nuevo en un torneo por primera vez en ocho meses. Vivir esto es grandioso para mí. Me he sentido mejor semana tras semanas y quiero ir a la cancha y disfrutar”, sostuvo Del Potro en la página oficial de la ATP. Del Potro (quien bajó a la posición número 36 del mundo) volverá a jugar luego de que el 24 de enero perdiera ante el croata Marin Cilic por los octavos de final del abierto de Australia.

Una lesión en la muñeca derecha, de difícil detección, lo obligó a una consulta con el médico Richard Berger, un especialista en manos, que definió que debía ser operado y así lo hizo en una clínica de Rochester, Minnesota, Estados Unidos, el 4 de mayo pasado.

En el caso de que Del Potro le gane a Rochus (78), y en octavos al ganador del choque entre el kazajo Mikhail Kukushkin (82) y un clasificado, se encontraría en cuartos con Rafael Nadal, el número uno del mundo y máximo favorito al título. Los otros favoritos son el segundo cabeza de serie, el español Fernando Verdasco (8), y el último campeón del torneo, el francés Gilles Simon (41).

Si bien Del Potro va paso a paso, admitió que le gustaría medirse con Nadal. “Mi primer oponente será difícil y veremos cómo me siento, pero por supuesto me gustaría jugar contra Rafa en cuartos. El es el número uno y ha completado sus victorias en Gran Slam, es un gran campeón.”

Si el físico le responde, Del Potro seguirá su gira en Viena o Valencia, Basilea y el Masters 1000 de París, certamen en el que defiende los cuartos de final.