A Gimnasia, el cambio de técnico no le modificó el panorama. Si bien al menos pudo convertir dos goles (llevaba siete partidos de ocho sin anotar), las enormes desatenciones defensivas que tuvo le hicieron perder un nuevo partido. El que lo aprovechó fue Argentinos, que parece haber superado el mal arranque con dos triunfos consecutivos y lo derrotó 4-2 en un entretenido partido disputado en el Bosque.

Cuando Córdoba sacó provecho de un error de Gentiletti y, con un remate mordido, puso en ventaja a Gimnasia, parecía que la llegada de Morant podía dar frutos. Pero apenas un cuarto de hora después quedaba claro que había sido un espejismo. Una salida en falso de Sessa que permitió el empate de Vargas, una corajeada en el área rival de Mercier y un tiro libre desde más de 40 metros de Emilio Hernández que inexplicablemente superó por arriba a Sessa había devuelto todas las dudas al conjunto platense, que sigue en caída libre.

El segundo gol personal de Córdoba, con una buena definición cruzada, le entregó un nuevo ánimo a Gimnasia, pero el fútbol no llegó nunca. Por eso, ante un nuevo regalo defensivo, Niell entró libre por derecha para definir el partido. Así, Gimnasia sumó una nueva frustración y siente que cada vez se le hará más complicado mantener la categoría.