Con goles de Castillejos y Romero, Lanús le pinchó las dos ruedas que le quedaban vivas al Falcon de Ramón Díaz, al derrotarlo ayer por 2-0 en la Fortaleza. San Lorenzo extrañó a los borrados y volvió a demostrar que está lejos de encontrarle un reemplazante a Tula. En contraposición, Lanús prolongó su buen momento y se anotó para pelear bien arriba. En un choque de estilos antagónicos, el equipo de Luis Zubeldía armó las mejores jugadas y sometió sin piedad al visitante, que en el final mostró la actitud que pedía su técnico.

Sin las mejores cartas y con un material limitado, San Lorenzo supo leer el partido en el arranque y adormeció a Lanús, que avisó con un disparo de Pelletieri en el palo y con un remate de Castillejos bien tapado por Migliore. El vértigo del local chocaba contra los ocho jugadores defensivos del visitante, que se dedicó a aguantar y a salir sólo en las ocasiones en que su rival lo dejó.

Aunque el equipo de Zubeldía haya sido el dominador en todo momento, Romagnoli jugó a su ritmo, frenó el juego e hizo que Lanús entrara en el ojo del huracán. De esta manera, San Lorenzo, como un jugador de poker que espera la mejor chance para apostar, arriesgó poco en el frente de ataque y dependió de lo que pudieran generar Menseguez y Bordagaray, quienes pisaron el área en contadas ocasiones.

Cuando Lanús no encontraba el camino y San Lorenzo se perfilaba mejor, Aguirre tiró un corner que pasó entre varias pifias y Castillejos mandó la pelota al fondo de la red. Con la ventaja a favor de Lanús, el utilitarismo de San Lorenzo se transformó en desesperación. Apenas seis minutos más tarde, Palomino bajó torpemente en el área a Romero y el mismo delantero amplió la ventaja con un disparo fuerte y cruzado.

Los dos goles fueron un baldazo de agua fría para el visitante, que se convirtió en un grupo de individualidades fervorosas que fue para adelante pero sin ideas. Por su parte, Lanús se dedicó a aguantar ante los pocos sobresaltos que le provocó el equipo de Díaz. Por dicho motivo, San Lorenzo fue un Falcon lento, con poco vuelo ofensivo y escasos repuestos, ya que el ingreso del uruguayo Balsas no modificó la historia.

Con la victoria de ayer, Zubeldía demostró una vez más que sabe cómo jugarle a San Lorenzo, ya que le ganó en todos los partidos de su historial como técnico. Los presentes de ambos equipos muestran realidades contrapuestas, debido a que Lanús sumó su tercera victoria consecutiva, mientras que San Lorenzo acumuló tres derrotas seguidas. Díaz prescindió de su mejores cartas y el equipo no fue el mismo sin los jugadores que él mismo borró. Por su lado, Lanús invita a soñar y es el fiel ejemplo de que en el fútbol argentino todavía se puede creer en proyectos.