La situación complicada que atraviesa San Lorenzo se vio agravada en las últimas horas. Ramón Díaz, el entrenador, le pidió a la dirigencia del club que haga investigar los robos ocurridos el lunes pasado en el vestuario del Nuevo Gasómetro, de donde les faltaron cosas a algunos futbolistas. Díaz dispuso que entre ayer y mañana el equipo se entrene a puertas cerradas y sin ninguna atención a la prensa por parte de los jugadores, con los que se mostró muy molesto al enterarse de los robos que ocurrieron durante la práctica.

San Lorenzo acumula tres derrotas consecutivas en el certamen: ante Colón, frente al líder Estudiantes y ante Lanús el sábado pasado. El equipo ocupa el octavo puesto, con 15 unidades, diez menos que el conjunto platense.

En relación con el partido ante Tigre, el defensor Cristian Tula, quien justamente no jugó en esas tres derrotas por un desgarro, no sería arriesgado y volvería en la duodécima fecha, en el clásico contra Huracán. Tampoco jugará el mediocampista Guillermo Pereyra, quien fue reemplazado ante Lanús por una fuerte contractura y será sometido a estudios más precisos para determinar la gravedad de la lesión. Bordagaray está afectado por una rotura fibrilar y tampoco jugará. Díaz marginará también a Palomino y Placente. Dispondrá hoy de la práctica semanal de fútbol, a puertas cerradas. Migliore; Meza, Aguirre, Bottinelli; Luna, Juan Manuel Torres, Benítez, Aureliano Torres; Romagnoli; Menseguez, Balsas sería el equipo para recibir a Tigre.