Luego de tres vueltas en boxes, el Falcon de Ramón volvió a la pista. Sin una actuación convincente, pero con eficacia en el área rival, San Lorenzo venció 2-0 a Tigre y consiguió una victoria que servirá para tranquilizar el panorama caldeado de las últimas semanas.

San Lorenzo comenzó el encuentro con la decisión de posicionarse rápidamente en el campo de Tigre, para poder tener la iniciativa del juego. Los volantes locales controlaban mejor la pelota y Romagnoli era el encargado de dar el último toque para habilitar a los delanteros. Esa actitud le dio beneficios enseguida, ya que cuando se jugaban cuatro minutos, se puso en ventaja con un tanto de Menseguez. El ex River cabeceó cruzado en el primer palo, sin marca, luego de capturar un envío de Luna desde la derecha.

Tigre comenzó a salir de ese asedio de a poco, pero sus jugadores no tenían precisión en la entrega de la pelota. El conjunto de Victoria recién pudo llegar con profundidad a los 16 minutos, cuando Altobelli recibió un pase largo de Galmarini, pero luego perdió el duelo ante Migliore. El visitante se dio cuenta de que podía crearle problemas al local abriendo la pelota por los laterales, para provocar la subida de los volantes externos. Leone llegó de esa manera por el sector izquierdo y eligió pegarle (desviado) al arco cuando los delanteros esperaban por el centro para definir.

La lesión de Luna obligó al ingreso de Rivero en San Lorenzo, pero éste no podía imprimir el mismo ritmo que su compañero, y el equipo dejó de provocar sorpresa por ese sector. Inclusive, el otro ataque que tuvo el local en la primera parte fue con un pelotazo largo para Menseguez, quien pudo escaparse de sus marcadores, pero tiró la pelota afuera cuando ya había superado al arquero.

La jugada más polémica de esa etapa fue en el área de San Lorenzo, cuando Meza agarró de la camiseta a Echeverría, que se preparaba para definir cuando Migliore se anticipó en la salida. El árbitro no pudo ver la infracción y el penal finalmente no fue sancionado para los visitantes. Tigre fue el que terminó controlando el desarrollo en los últimos minutos, pero San Lorenzo fue el que estuvo cerca de convertir con un tiro cruzado de Romagnoli que se fue apenas arriba.

Más allá de la búsqueda de Tigre, el control de San Lorenzo no pareció correr peligro. Pero como no lograba sacar un contraataque preciso, el empate estaba al acecho. Por eso, cuando Balsas conectó de cabeza un corner desde la derecha para anotar el segundo, todo Boedo respiró con alivio, ya que la racha negativa se cortaba. Y así, el Falcon de Ramón recuperaba su andar, aunque todavía pistoneando y con una marcha no del todo serena. Habrá que ver si el DT consigue afinarlo de cara al clásico ante Huracán.