Por primera vez en la historia de la Fórmula 1 disturbios políticos tumbaron un Grand Prix: los organizadores decidieron la cancelación del Grand Prix de Bahrein, la primera competencia del Mundial de F-1 prevista para el 13 de marzo, a causa de la crisis que vive el pequeño país del Golfo Pérsico. Los ensayos previstos para la semana próxima en Sakhir, el autódromo de la capital Manama, fueron suspendidos y los equipos de la F-1 volverán a ensayar en Barcelona entre el 8 y el 11 de marzo. El Mundial comenzará así el 27 de marzo en Australia.

El príncipe heredero, Salman bin Hamad al-Khalifa, que también está involucrado en la organización de la carrera, informó por teléfono al zar de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, sobre la decisión. “En este momento, la atención de todo el país está centrada en construir un nuevo diálogo nacional para Bahrein”, dijo en un comunicado el príncipe, hijo del rey Hamad y quien ordenó la semana pasada la vuelta a los cuarteles de la milicia, que había reprimido a los manifestantes en la Plaza de la Perla, para poder negociar con los líderes opositores.

A pesar de la renuncia, los organizadores no quedan desligados del pago de los derechos, por 30 millones de dólares, lo que supone que la carrera pueda disputarse más adelante. Los rumores sugerían la fecha del 20 de noviembre, pasando el cierre del campeonato, en Brasil, a diciembre.

“En este momento están sucediendo cosas preocupantes en Bahrein. No podemos ir ahora con una carrera de Fórmula 1. Es mejor ir cuando se consiga la tranquilidad”, dijo el piloto de Ferrari Felipe Massa, que ayer marcó el mejor tiempo en los ensayos que acabaron en Barcelona.

Hace 35 años, el Grand Prix de la Argentina debió abrir el calendario de 1976, pero en la última semana de diciembre de 1975, el gobierno de Isabel Perón anunció la cancelación de la carrera aduciendo motivos económicos. Tres meses después, la dictadura militar gobernaba el país y la F-1 corrió ininterrumpidamente en la Argentina entre 1977 y 1981.