“Boca juega mal porque desde hace tiempo sufre las diversas corrientes directivas que chocan entre sí buscando una carrera política. Los dirigentes generan así un clima de inestabilidad, contratan jugadores y técnicos sin seguir una línea futbolística. La cara seria, la disciplina, el orden, parece que entusiasman a la mayoría de los dirigentes que no saben nada de fútbol. Hay técnicos que manejan bien un Fitito pero descarrilan una Ferrari” (textual de Diego Latorre en la escuela de periodismo deportivo DeporTEA).