Al encuentro entre Vélez y San Lorenzo, dueño de un historial cargado de violencia, están tratando de bajarle el nivel de conflictividad. Los presidentes de ambos clubes, Fernando Raffaini y Carlos Abdo, tomarán parte hoy al mediodía de un almuerzo de camaradería, al que podrían asistir los técnicos Ricardo Gareca y Ramón Díaz (foto), para transmitir un mensaje de convivencia que llegue hasta las hinchadas que irán el domingo al estadio de Liniers.

“Es muy importante que las dos hinchadas estén en un partido importante como éste –señaló Díaz–. Tenemos que cambiar un poco todos en el fútbol para que sea un partido de fútbol y no una guerra. Que gane el mejor, que se hagan goles...”, sostuvo al comentar la decisión de Vélez de cederle al club visitante unas 4500 populares para que puedan asistir al encuentro en Liniers. A tal decisión se llegó tras un acuerdo entre Raffaini y Abdo.

El antagonismo entre las barras bravas de ambos clubes se potenció tres años atrás, con el homicidio de Emanuel Alvarez, un hincha de Vélez de 20 años, el 15 de marzo de 2008, cuando viajaba en un colectivo fletado por el club cuando se dirigía al Nuevo Gasómetro. Por el caso hay un detenido con prisión preventiva. A causa de esos enfrentamientos, se prohibió entonces el acceso de hinchas visitantes en todos los encuentros de Vélez y San Lorenzo, pero la medida se revirtió por una gestión de la dirigencia de ambos clubes ante la AFA.

“Va a ser un partido muy complicado para los dos porque los equipos se conocen bien”, advirtió Díaz. “Ellos tienen jugadores de mucha jerarquía y tendremos que presionarlos en la mitad de la cancha para que no nos lleguen. Nosotros no le vamos a regalar nada, porque estamos en una etapa del torneo que tenemos que sumar puntos”, añadió.