Newell’s tocó fondo. Tras la derrota 3-1 ante Quilmes, quedó último en el Clausura. Luego de la desilusión que significó el rechazo de Marcelo Bielsa para hacerse cargo del plantel, ayer asumió Javier Torrente, su ex ayudante de campo. El arquero Sebastián Pera-tta, pilar de Newell’s, explicó la situación del equipo.

–¿Cómo se supera esta realidad?

–Es muy complicado mantener el buen nivel a lo largo de los años. Newell’s padece un mal que viven muchos clubes del fútbol argentino: el plantel está en pleno recambio generacional. Tiene mucha juventud que pretende mostrarse, pero se necesita que corra hilo en el carretel para que se conforme un equipo. La salida permanente de jugadores hace mermar el rendimiento. Que se vayan a Europa varios futbolistas cada receso hace imposible que un plantel se consolide. Esa es una realidad que no sólo afronta Newell’s. El problema es que por las complicaciones institucionales de este club, esa crisis se hace más evidente.

–¿Hay salida para el bajo rendimiento que muestra el equipo?

–Claro que sí. Las transformaciones del plantel fueron repetidas y sin embargo, en los últimos dos años, desde que estoy acá, Newell’s tuvo uno de los mejores promedios del fútbol argentino; se pelearon campeonatos hasta las últimas fechas y también tuvimos una destacada actuación en las copas. Por el momento institucional que se vivía, con muchos problemas, no se esperaba que este plantel sea uno de los mejores. Y aun así estuvimos a la altura de Vélez y Estudiantes. Hoy, esos dos equipos nos sacan una ventaja sideral porque no se desarmaron. Newell’s sí, y paga las consecuencias. Pero tenemos material como para sacar la cabeza del pozo.

–¿Cree que Torrente puede revertir la situación?

–Un cambio de entrenador siempre trae beneficios. Es una lástima que los resultados negativos alejaran a (Roberto) Sensini. Hizo un trabajo impecable con paciencia y supo entender el momento que vive Newell’s. Más allá de los vaivenes en el rendimiento, consiguió cierta regularidad para que el equipo creciera. En el último tiempo no le encontramos la vuelta y el desgaste fue notorio. Torrente es una cara nueva que quizá permita desestructurar el miedo a perder que muestran todos los planteles. Tal vez sirva para quemar los libretos del juego actual.

–¿Cómo tomó la negativa de Bielsa?

–Bielsa es de convicciones muy fuertes y entendió que no era el momento para aceptar un desafío de esta magnitud. Meterse en este lugar es jodido. No es sencillo para ninguno. El fútbol se vive con una pasión terrible, a veces un poco enfermiza. Y si Bielsa aceptaba, quizá podría haber puesto en juego todo lo que ganó con este club. Es un ídolo indiscutido. Su posible regreso movilizó muchísimo. Todos quieren tener un técnico como Bielsa. Si venía, hubiese generado una revolución en este fútbol argentino un tanto mediocre.

Entrevistó: Matias Quercia