Tras un comienzo de año irregular, Vélez parece haber recuperado la memoria en las últimas actuaciones. Se clasificó como primero en su grupo a los octavos de final de la Copa Libertadores y si vence hoy a San Lorenzo puede convertirse en el único líder del Clausura, desplazando a River de esa condición. Es por eso que ahora el entrenador del equipo de Villa Luro, Ricardo Gareca, debe lidiar con un dilema: pelear en los dos frentes o dedicar el máximo esfuerzo a una de las dos competencias. “Jugar dos campeonatos es algo muy difícil, pero es demasiado pronto para elegir. Vamos a ir partido a partido y veremos cómo decantan las cosas”, le confió a Página/12.

–¿Van a pelear copa y campeonato local con el mismo nivel de exigencia o tendrán que optar?

–Todavía es pronto para saberlo. La idea es ir partido a partido y tratar de hacer la menor cantidad de cambios posibles entre un torneo y el otro. No queremos descartar nada ni bajarnos de ninguna competencia, pero sabemos que lo que tenemos por delante es muy duro. De todos modos, pase lo que pase, confío mucho en la determinación de este plantel.

–¿Cómo van a manejar la ilusión de los hinchas de Vélez si le reclaman al equipo que luche en los dos frentes?

–Sé que la gente va a reconocer el esfuerzo del equipo, como pasó el año pasado cuando perdimos el campeonato con Estudiantes en la última fecha y los jugadores se fueron aplaudidos. Los hinchas van a respaldar a este grupo si ven que se entrega por un objetivo.

–¿Pero de qué forma se logra mantener el nivel de exigencia?

–Fundamentalmente, tratando de estar bien desde lo físico. Vamos a tener una carga de partidos muy grande por delante y no podemos dar ventaja.

–Tuvieron un comienzo de año con tropiezos, ¿lo sorprendió?

–Los inicios de competencia son siempre complicados y guardan muchas incógnitas. Por suerte nos tomamos las cosas con paciencia y tranquilidad y así fuimos encontrando el nivel que ahora estamos mostrando. Por suerte, no nos dejamos dominar por la ansiedad, algo que en el fútbol argentino es muy común.

–Hace casi dos años que Vélez es protagonista, ¿cuál es la receta?

–En el caso de este club, sin dudas es la continuidad de una idea. A veces hay equipos que se arman rápido, como sucedió con Banfield en 2009 o Argentinos en 2010, pero no es el caso de Vélez, creo que el secreto es que el club apuesta al largo plazo.

–¿Eso es un proyecto?

–Creo que sí. Que la idea de proyecto pasa por la continuidad.

–Pero dijo en más de una ocasión que no le gustaba trabajar con contratos largos.

–En lo personal considero que el trabajo de un técnico debe evaluarse año a año, pero las ideas pueden perdurar en un club, más allá de los nombres. Y Vélez apunta a eso.

–Muchos sostienen que ya no surgen jugadores con tanta calidad como sucedía antes. ¿Está de acuerdo?

–Jugadores buenos siguen apareciendo y en Vélez hay muy buenos proyectos, como Federico Freire, Brian Ferreyra o Iván Bella. No creo que haya una crisis en ese sentido.

–¿Cambió el jugador respecto de su época?

–En esencia, el jugador no cambia, sigue siendo el mismo en cuanto a su personalidad y sus vivencias. Cuando veo a mis jugadores me veo a veces a mí con menos años y la forma de actuar mucho no cambió entre una época y otra. Lo que sucede es que hoy hay mucha exposición y todo trasciende un poco más.

–¿Y el juego es distinto?

–Sí, eso sí. Ya no alcanza sólo con tener condiciones técnicas, hay que moverse y sacrificarse. No sé si es mejor o peor, pero es el fútbol que tenemos y en el que hay que competir.