Independiente no pudo levantar cabeza. El equipo de Avellaneda le ganaba cómodamente 2-0 a All Boys en su cancha, pero perdió el rumbo con los cambios que hizo Antonio Mohamed, sufrió dos errores de Fabián Assmann, padeció la movilidad de Ariel Ortega y apenas pudo rescatar un punto, al igualar 2-2. Facundo Parra y Roberto Battión abrieron la cuenta, mientras que Sebastián Ereros y Emanuel Cigliotti marcaron para los de Floresta, que sumaron cuarto partidos sin derrotas.

Nunca es fácil jugar después de perder un clásico. El local arrancó lleno de dudas, apichonado por el baile que le dio Racing la semana pasada y preocupado por saber que una eventual derrota lo dejaba abajo de All Boys en la tabla de los promedios. Y eso se plasmó al minuto de juego, cuando Giglotti se escapó mano a mano con Assmann y definió afuera.

Pero esa chance fue apenas un espejismo. Con pasajes de buen fútbol, el equipo de Mohamed creó varias chances nítidas, entre las que se destacó un cabezazo de Parra que exigió una fenomenal tapada de Cambiasso. El rendimiento de Independiente mermó con el correr de los minutos, pero encontró la ventaja cuando Gracián metió una pelota al medio, el ex Chacarita la picó por encima de Cambiasso y Soto la sacó de adentro del arco. Y luego amplió la diferencia, mediante un frentazo letal de Battión. Parecía que José Romero, quien fue expulsado por salir tarde a jugar el segundo tiempo, había demorado el ingreso de Ortega, pero el jujeño logró cambiar el rumbo en apenas media hora. En cambio, con el objetivo de estructurar a su equipo, Mohamed sacó a Gracián y a Fredes, los dos jugadores que mejor aprovecharon los espacios.

Cuando el partido parecía definido, Assmann salió en falso a cortar un centro de Ortega y Ereros cabeceó en soledad con el arco vacío. Indeciso por haber calculado mal en esa acción, el arquero no salió a interceptar otro centro y Gigliotti marcó el empate de palomita. All Boys incluso pudo ganar, pero Matheu sacó sobre la línea un remate de Vella. Hubiese sido un golpe durísimo para el local, que fue despedido con insultos.