La sorpresa rondó el Buenos Aires, aunque en definitiva terminó privando la lógica. Gastón Gaudio y el brasileño Gustavo Kuerten lograron sus pasajes para los cuartos de final de la Copa AT&T, aunque debieron esforzarse mucho más de lo previsto para conseguirlo. Gaudio derrotó 7-6, 4-6, 6-0 al brasileño Fernando Meligeni, mientras que Kuerten batió en un partidazo 6-4, 6-7, 7-5 a su compatriota Flavio Saretta. Al cierre de esta edición, Juan Chela y Agustín Calleri buscaban su lugar en cuartos.
Sin jugar nada bien, a Gaudio le alcanzó para ganarle a Meligeni, que desaprovechó una buena ocasión para pegar el batacazo. El argentino nunca se sintió cómodo en la cancha y sus golpes no tuvieron ni la aceleración ni la profundidad acostumbrada. Por eso el comando del juego lo llevó el brasileño, que sin deslumbrar pero con mucho sentido para el show, se robó el protagonismo por un rato: con humor ante alguna pelota afortunada, con voladas de arquero para salvar un passing y con gritos del tipo “ay, no” cuando un globo lo dejaba parado. Sin embargo, Meligeni falló en momentos clave. Dos doble faltas y otros dos errores no forzados en el tie break del primer set le posibilitaron a Gaudio quedarse con el primer parcial. Y en el arranque del tercero, otra vez se dio una situación favorable para Meligeni, que no supo capitalizar. Luego de desaprovechar tres chances de quiebre, el brasileño permitió que Gaudio mantuviera su servicio y que le quebrara en el siguiente. Con esa ventaja, el argentino jugó con algo más de tranquilidad, mientras que su rival decayó. Más allá de la victoria, Gaudio no quedó para nada conforme con su labor y reconoció que jugó su peor partido en el Buenos Aires. “Me sentí muy mal. Me quería ir de la cancha. No la pasé bien porque las pelotas son muy rápidas, había mucho viento y estuve incómodo durante todo el partido”, admitió Gaudio. “No hice nada bien. No hubo nada para el elogio. Rescato la victoria como único punto positivo”, señaló el argentino, 20º del ranking mundial.
También debió trabajar más de lo esperado Kuerten. El brasileño no tuvo regularidad en su juego y se encontró con un inspiradísimo Flavio Saretta, que, salvo en los primeros games, no respetó los pergaminos de su compatriota. “Si no era por el apoyo de la gente, no hubiese luchado como lo hice”, aseguró un diplomático Guga, siempre idolatrado por el público argentino. Más allá del triunfo y que dejó varias dosis de su talento, Kuerten lució sin confianza para darle aceleración a la bola, en especial con su revés. Por eso no pudo liquidarlo antes. En cambio, Saretta se jugó en todo momento, y con una gran devolución de saque y mucho espíritu de lucha, estuvo cerca de lograr una victoria inesperada.