El punto fue poco para ambos. Para Racing, porque con dos hombres de más no pudo abrir el camino hacia la victoria; para Argentinos, porque pudo haber goleado y terminó pidiendo la hora. El empate entre el campeón y su sparring, en el partido que abrió el Clausura 2002, no estuvo exento de polémica, generada tras el empate marcado por Milito, y el árbitro Daniel Giménez tuvo el partido suspendido durante 20 minutos.
El gol tempranero de Maciel –una media chilena conectada con izquierda tras un corner lanzado por Gustavo Barros Schelotto– pudo haber emborrachado prematuramente de gloria a Racing. El campeón estrenaba su título poniéndose 1-0 a los 3 minutos. Pero el que jugaba mejor fue Argentinos, que rápidamente dio vuelta el partido y tuvo picos de toque y baile en el primer tiempo:
u A los 8, Cordone pateó un tiro libre desde 40 metros. El derechazo pasó la barrera y se metió cerca del ángulo, esterilizando el vuelo de Campagnuolo.
u A los 12, combinaron Tilger y Yaqué, éste cedió atrás al lateral Bidal, que desde afuera del área, a la altura del borde, sacó un bombazo que pasó por arriba del arquero, pegó en el travesaño y se metió.
Racing no reaccionó, su defensa hizo agua, y el local pudo haber aumentado, primero con un mano a mano de Tilger que sacó Campagnuolo, luego con dos remates de Tilger en los palos –uno después de una pifia increíble de Loeschbor en el área chica–, y un cabezazo de García que contuvo el arquero. Argentinos debió golear: lo pagaría caro.
Porque Herrón, sobre el final del primer tiempo, y Bidal, a los 10 del segundo, se fueron expulsados por doble amarilla. Merlo metió a Milito y Racing usó la ventaja para apretar al local contra su arco. Y cómo: primero un remate de Estévez, después un zurdazo de Bedoya al ángulo que sacó Sanzotti, después una tapada formidable del arquero ante un disparo de Barros Schelotto. El empate parecía inevitable, y llegó tras una habilitación polémica de Estévez a Milito, que definió con un toque suave. Pareció off-side del delantero.
Los hinchas de Argentinos, molestos por las expulsiones y la igualdad, arrojaron proyectiles; la policía mostró, llamativamente, poca energía, y el partido estuvo detenido 20 minutos. El árbitro Giménez lo reanudó cuando le dieron garantías.
Racing lo apretó, Giménez ignoró un penal de Alaniz, el empate terminó siendo justo. Pero a ambos les supo a poco.