Diego Simeone es el nombre elegido. Tras la decisión de los dirigentes de Racing de no renovarle el contrato a Miguel Russo para la próxima temporada, el apuntado para convertirse en su sucesor es el ex jugador y técnico del club, que ya el miércoles a la noche mantuvo conversaciones con los directivos. Ayer, la hermana de Simeone, que maneja las cuestiones contables del entrenador, se reunió con los dirigentes de Racing y el tema económico no será un obstáculo para su regreso al club. La idea es terminar de acordar los detalles para que Simeone pueda ser presentado la semana que viene como nuevo entrenador.

La lectura que hicieron el presidente de Racing, Rodolfo Molina, y el vice, Pablo Podestá, fue que si lo mantenían en el cargo, Miguel Russo iba a arrancar el nuevo torneo con mucho desgaste y muy poco consenso entre los hinchas. Por eso, dos o tres malos resultados en el comienzo lo hubiesen puesto en serias complicaciones para mantenerse en el cargo. Ante ese panorama, optaron por no renovar a Russo y de inmediato se fijaron en Simeone, que caía justo en el perfil de entrenador que buscaban, más allá de una pequeña resistencia en la interna de la comisión directiva por aquella negativa de Simeone a hacerse cargo del plantel quince días antes de haber asumido luego en San Lorenzo.

Tras haber terminado su experiencia europea en el Catania, club con el que logró salvarse del descenso, Simeone tenía previsto regresar al país para buscar una revancha deportiva luego de sus frustrantes pasos por River –en el último tramo– y San Lorenzo. Recibió un ofrecimiento de Estudiantes, pero sus pretensiones estaban muy lejos de lo que podía pagar el club platense.

Sin embargo, con Racing la situación es diferente. Molina y Podestá manejan un presupuesto alto para la contratación del entrenador, cifra que estaba prevista para solventar la hipotética continuidad de Russo. Por eso, con ese número sobre la mesa, la cuestión económica pasó a un segundo plano. En cuanto a lo futbolístico, Simeone pretende que le garanticen la continuidad de los colombianos Giovanni Moreno y Teófilo Gutiérrez, además de dos o tres refuerzos para afrontar el próximo torneo y, si Racing finalmente consigue la plaza, la Copa Sudamericana.

Para Simeone, el desafío pasa por regresar al club del que siempre se declaró hincha y donde se inició como entrenador, luego de su retiro como futbolista. En aquel momento, en 2006, tras un comienzo muy complicado, con cinco derrotas en fila, logró revertir los malos resultados y terminó dejando una buena imagen entre los hinchas, aunque el entonces gerenciador, Fernando De Tomasso, no lo quiso retener y terminó yendóse a Estudiantes.