Ante la mirada de unos 300 hinchas de Boca que se dieron cita en el predio de Casa Amarilla, el goleador histórico del club, Martín Palermo, realizó su última práctica, previa al partido de hoy frente a Gimnasia, en La Plata, donde el atacante jugará su último partido como profesional. El equipo boquense, a las órdenes del DT Julio César Falcioni, tenía previsto practicar a puertas cerradas. Pero fue tal la presión y la efervescencia de los simpatizantes para saludar y abrazar al ídolo, que las autoridades del club optaron por liberar los accesos.

El goleador recreó ayer buena parte de las emociones que vivió la semana pasada, el día de su último encuentro en la Bombonera, con Banfield (1-1). Entonces se dio el gusto, una vez concluido el entrenamiento, de firmar banderas y camisetas y sacarse fotos con sus seguidores.

Si bien se trata del último partido de Palermo con la camiseta de Boca, el delantero admitió el jueves, en un acto en Hurlingham, ante unas 20.000 personas, que le gustaría dirigir al equipo en 2012. “Estoy viendo en estos días cosas que jamás he soñado ni imaginado. El año que viene me gustaría ser técnico, y ojalá pueda serlo en Boca”, comentó el goleador, que tal como lo hizo en su despedida en la Bombonera, les dedicó unas palabras a los hinchas: “Quienes de verdad hacen grande al club y sienten la camiseta son ustedes, los hinchas”.