El empate frente a Bolivia sorprendió incluso a los propios jugadores argentinos. Sin embargo, Esteban Cambia-sso, uno de los emblemas del seleccionado que conduce Sergio Batista, evitó señalar el favoritismo como locales del combinado nacional y afirmó que la Copa América “no es una fiesta”. “No hay que subestimar a ningún rival, porque nadie gana con la camiseta”, remarcó tras el discreto 1-1, en la inauguración del certamen, que abrió el Grupo A.

“Todos tienen que entender que la Copa América es un torneo duro, en el que nadie va a regalar nada y por eso no hay que pensar en rivales débiles. La verdad es que me fui muy caliente por el resultado”, apuntó el mediocampista del Inter. Y continuó: “No se dio el partido que esperábamos. Creamos muchas situaciones en el primer tiempo, pero no pudimos concretarlas. Si hubiésemos marcado, la historia hubiera sido otra”.

Cambiasso no ocultó su fastidio por la igualdad conseguida frente a Bolivia en el debut. “No encontramos los caminos. Ellos nos hicieron un gol raro en el inicio del segundo tiempo y nos descontrolamos. Igual empatamos”, puntualizó el jugador argentino más ganador de la historia con 23 títulos.

Aun así, y pese al mal paso en el inicio, el mediocampista es optimista. “El empate no me preocupa, porque no define nada. Ahora tenemos que pensar en ganarle a Colombia (el miércoles en Santa Fe) y a Costa Rica (el lunes en Córdoba) para clasificarnos a los cuartos de final”, agregó el ex volante de River e Independiente. Por lo pronto, el triunfo de ayer de Colombia frente a Costa Rica condiciona el choque de la próxima fecha, pues una caída podría complicar más de la cuenta el panorama de Argentina. Por otro lado, Cambiasso eligió rescatar el hecho de no haber sentido dolor (venía de una lesión en el muslo derecho) y la actitud del equipo. “En lo personal me reconforta mucho no haber sentido dolor, y en lo grupal destaco la entrega y garra de los muchachos”, analizó. Batista lo sacó en el entretiempo y en su lugar ingresó Angel Di María, un jugador de características más ofensivas. “El cambio fue táctico. El partido exigía eso. No le pedí al técnico que me sacara, pero entiendo y no discuto la decisión porque había que ir a buscar el resultado”, admitió.

Por último, el volante reiteró que la clasificación “no corre riesgo”, aunque repitió que el equipo jugó “mal” y se lamentó por no haberle regalado un triunfo “a la gente”. “No tuvimos un buen desempeño. Me da bronca cómo jugamos porque carecimos de efectividad. Pero ya pasó y hay que pensar en los partidos que nos quedan. Sería ideal que este tropiezo nos permita recuperarnos cuanto antes y el miércoles encaminemos nuestro andar en la Copa”, finalizó.