El cordobés Agustín Calleri ganó en Acapulco su primer torneo profesional que fue, además, el primero de los ascendentes tenistas argentinos en el 2003: también por primera vez en la historia, hay siete argentinos entre los 40 primeros del ranking mundial (ver aparte). Calleri y su vencido en la final, Mariano Zabaleta, no figuraban entre los preclasificados en Acapulco, y antes de esta semana se ubicaban en el octavo y séptimo lugar del ranking nacional, lo que hacía suponer que el primer título del año llegaría de la mano y la raqueta de un tenista mejor rankeado; pero –sintomáticamente– no ha sido así.
Así, el triunfo de Calleri demuestra una vez más el potencial del tenis nacional, que ya había hecho un ruido grande el año pasado con ocho títulos del circuito ATP, el acceso por primera vez en la historia a la final de Wimbledon, la clasificación a semifinales de Copa Davis y la obtención del campeonato mundial por equipos de Dusseldorf.
Calleri, nacido hace 26 años en Río Cuarto, era el único de los argentinos que figuran entre los 100 primeros que aún no había ganado un torneo y además cargaba con el peso de haber perdido de manera increíble la final de la Copa AT&T en Buenos Aires, el año pasado, ante el chileno Nicolás Massú, luego de estar set arriba 5-2 y 40-15. El cordobés, quien antes de dedicarse de lleno al tenis practicó boxeo y fue bombero voluntario en su Río Cuarto natal, estuvo a punto de abandonar el circuito hace unos años porque lo consideraba muy exigente. “El tenis es muy duro, los entrenamientos me saturan”, le comentó a su padre Juan, un cordobés dueño de una vinería, quien rápido de reflejos, para volver a motivar a su hijo, lo mandó a descargar los camiones de su fábrica.
“Levantarme a las 8 de la mañana en invierno para cargar y descargar camiones era muy duro, así que decidí agarrar de nuevo la raqueta”, reflexionó Calleri en su momento, en una anécdota que aún hoy le debe arrancar una sonrisa.
Calleri, entrenado por Mariano Monachesi, mostró un gran nivel durante toda la semana, especialmente en las semifinales cuando vapuleó al español Félix Mantilla, que venía de eliminar al máximo favorito y ganador en Buenos Aires, su compatriota Carlos Moyá. “Creo que lo que más mejoré fue la actitud. Yo siempre supe que podía hacer grandes cosas, pero tenía que animarme. Ese era el problema. No confiaba tanto en mí. Esta semana pensé siempre en positivo”, comentó Calleri luego de su triunfo.
El título conseguido por Calleri y el arribo a la final de Zabaleta, quien también mostró interesantes progresos y consiguió una notable victoria en semifinales sobre el brasileño Gustavo Kuerten, le abre un gran abanico de posibilidades al capitán de Copa Davis, Gustavo Luza, a un mes de la serie de cuartos de final frente a Rusia. Porque, al tiempo que Calleri y Zabaleta mostraron un gran nivel en México, David Nalbandian y Gastón Gaudio, singlistas titulares de la Copa Davis, perdieron tanto enBuenos Aires –donde Guillermo Coria llegó a la final– como en Acapulco con otros tenistas argentinos.
Nalbandian y Gaudio son los grandes candidatos a jugar los singles en la próxima ronda cuando Argentina reciba a Rusia, del 4 al 6 de abril, pero en sus últimas presentaciones cayeron contra compatriotas, justamente sus rivales directos por un lugar en el enfrentamiento con los rusos. En Buenos Aires, el verdugo de ambos fue Coria, quien en los cuartos de final le ganó ajustadamente a Nalbandian por 7-6 en el tercer set, luego de ir perdiendo por 5-3, y en las semifinales dejó en el camino a Gaudio, también en tres parciales.
Tanto en un encuentro como en el otro, Coria jugó muy suelto y no pareció pesarle ni la cancha –el mítico Buenos Aires Lawn Tennis Club– ni el público, mientras que a sus rivales les jugó en contra ser los favoritos y terminar cayendo ante un adversario supuestamente inferior.
En Acapulco, Nalbandian llegó como el segundo favorito, pero fue eliminado por Zabaleta, quien le ganó por segunda vez en el año, mientras que Gaudio fue superado ajustadamente por Calleri. No deja de ser beneficioso que Luza tenga tantos jugadores para elegir, en un año en que los argentinos no sólo buscarán destacarse en el circuito sino que sueñan con dar el gran golpe en Copa Davis.
Para no ser menos, entre las mujeres, Mariana Díaz Oliva, quien el año pasado había ganado su primer título en Palermo, alcanzó la final de Acapulco, donde cayó ante la experimentada sudafricana Amanda Koetzer.