Colón consiguió una merecida goleada sobre Estudiantes, porque a lo largo del encuentro el conjunto que dirige Jorge Fossati se mostró muy superior a su rival, siendo más agresivo y ambicioso, por lo que controló el juego casi a su antojo. El buen desempeño de Delgado, que resultó la figura del encuentro organizando los ataques de su equipo, y la sólida labor de su línea defensiva, le brindaron a Colón la tranquilidad suficiente para idear sin apuros incontables llegadas al arco de Misetich.
Los locales abrieron el marcador a través de un remate rasante de Pereyra. Estudiantes, con un planteo defensivo y sin demasiada osadía, se encontró perdido en el campo y no encontró variantes.
En el segundo tiempo, Colón volvió a la carga y el segundo tanto no tardó en llegar: Aquino envió el centro desde la derecha, Graf lo bajó de cabeza y Delgado remató de zurda fuerte, al palo más lejano del arquero.
Los locales no dejaron de asediar el arco de Estudiantes, que sólo tuvo en Piersimone la posibilidad más clara para descontar, y encontraron el tercer gol cerca del final, cuando Aquino remató desde fuera del área y la pelota se desvió apenas en un defensor, pero lo suficiente para cambiar la trayectoria de la pelota y sorprender a Misetich.