La nueva vocación de Martín Palermo, el automovilismo, se fue a boxes antes de arrancar. El goleador histórico de Boca, que ayer presentó su autobiografía, había anunciado su decisión de dedicarse a las carreras de autos, programando su debut para el próximo 4 de septiembre, cuando la categoría Top Race dispute la edición 2011 de su Carrera del Año, en el Autódromo de Buenos Aires. El ex delantero aceptó una oferta para conducir un auto de la división Top Race Series, la segunda en importancia en la especialidad, con motor de 260 HP de potencia. Pero el Automóvil Club Argentino salió al cruce avisando que Palermo no tiene antecedentes deportivos como para debutar en una categoría de semejante índole.

“Fue una propuesta de la gente de Top Race, que lo habló con mi representante, tuvo la idea de plantearme a mí y al Pato (Roberto Abbondanzieri) si nos animábamos y queríamos correr en la carrera”, contó Palermo ayer en la presentación. “Es una iniciativa muy linda, sabiendo que a nosotros nos gusta mucho el automovilismo. Vamos a experimentar, a tener unas pruebas para sentirnos cómodos al subir al auto, para llegar en condiciones y experimentar lo que siempre soñábamos los dos y sentir esa adrenalina.”

Palermo y Abbondanzieri siempre siguieron las carreras de autos como aficionados, trabando relación con Guillermo Ortelli –el quíntuple campeón de Turismo Carretera, que es fanático de Boca– o, en el caso del ex arquero, con el piloto cordobés de TC Roberto Del Bo.

Pero el sueño de pasar casi de manera automática del césped al asfalto parece frustrarse. “No tienen antecedentes automovilísticos indispensables para contar con la licencia deportiva necesaria para practicar la actividad”, afirmó ayer el presidente de la Comisión Deportiva Automovilista (CDA) del Automóvil Club Argentino (ACA), el ingeniero Carlos García Remohí.

“Con todo respeto por su investidura, aunque la presidenta de la República lo solicitara, sería denegada. El automovilismo es un deporte muy serio, donde se debe cuidar la seguridad tanto para los participantes como para el resto de la gente”, señaló.

El Top Race planeaba darle a Palermo un auto con el número 9, el mismo que usó en sus años en Boca, donde convirtió 236 goles. “Para nosotros es un sueño poder correr juntos en una categoría nacional tan importante, él con el au-

to número 9 y yo con el 12”, señaló Abbondanzieri, que ya estaba entrenándose con un karting.

Vicente Pernía, el legendario marcador de punta de Boca, debutó en el automovilismo en 1978, poco después de que el club lograra la Copa Intercontinental. Cuando dejó el fútbol, en 1982, se dedicó de lleno a las carreras y llegó a ser subcampeón de TC en 1997, detrás del campeón Juan María Traverso.

Hoy, Pernía sigue yendo a las carreras de TC como director deportivo de su hijo Leonel, que también jugó al fútbol de manera profesional y que el año pasado resultara subcampeón de TC 2000. En octubre pasado, llevó a dar una vuelta de acompañante a Juan Román Riquelme, el otro ídolo de Boca al que Palermo le dedicó unos cuantos párrafos de su autobiografía, no siempre dejándolo bien parado.

“Lo que hay de Román son anécdotas de haber compartido muchísimos años en Boca –contó Palermo en la presentación–. Hay cosas que quedan dentro del vestuario. No iba a profundizar en cosas que no fueron públicas, eso lo dejo para mí, porque tengo claro que somos dos referentes importantes para Boca, que está por encima de todo. No podemos estar nosotros por nuestras diferencias por encima del club.”