Vélez hizo lo imposible para derrotar a Talleres en su estadio de Liniers y, de esa manera, alcanzar transitoriamente la punta del torneo Clausura. Pero pese a jugar un buen segundo tiempo, asfixiando al equipo cordobés, no pudo batir a Luis Islas, el arquero del equipo visitante, que anoche celebraba 20 años en Primera. El debut del uruguayo Luis Cubilla al frente de Talleres acabó con empate que llenó de satisfacción a los hinchas visitantes.
Después de una primera etapa tibia, en la que los cordobeses presionaron en el medio juego, trabando la tarea de los volantes velezanos, y esforzándose por sostener el ritmo que proponía el local, en el complemento Vélez apretó a Talleres contra Islas, tratando de liquidar un compromiso que si en los papeles aparecía como accesible, se iba tornando imposible a medida que corrían los minutos.
La buena labor de Valdemarín, tirado a la izquierda, facilitó las dos llegadas claras que tuvo el equipo de Ischia en la primera mitad, cuando tras dos centros del delantero, fue primero Centurión quien se lo perdió tirando un violento zurdazo por arriba del travesaño, y luego Gracián, sobre el cierre, tocando al segundo palo de Islas: la pelota se fue muy cerca cuando el arquero se había quedado parado.
Al minuto del complemento, Vélez avisaba con un cabezazo de Nanni, que se iba apenas por arriba del travesaño. Talleres no pudo evitar que el local lo cercara, ganándole de mano para impedirle que los visitantes manejaran el partido a través del control del mediocampo.
Así, el dominio de Vélez sólo tropezó con la falta de precisión final de sus atacantes. La situación más clara de ese segundo tiempo llegó sobre los 64’, cuando Nanni tomó un rebote en el medio del área y sacó un derechazo que se iba al gol... Pero que dio en el palo izquierdo de Islas y evitó la caída. Islas, que debutó en Primera el 12 de marzo de 1983 jugando para Estudiantes, celebró así con la valla invicta.
Con el empate, Vélez suma ahora 10 puntos, y alcanzó en la punta a Racing y Central, pero mañana, uno de estos dos, o ambos, conseguirán volverse a despegar. Una oportunidad perdida.