DEPORTES
› SOLO UNO DE CADA 10 JUGADORES TIENE MENOS DE 20 AÑOS
Son chicos, pero no tanto
No es cierto eso de que en el fútbol argentino son todos pibes sin experiencia y veteranos de regreso. Pero los de 20 a 23 resultan mayoría.
› Por Ariel Greco
“El fútbol argentino es una cantera inagotable de jugadores.” La frase hecha repetida hasta el cansancio por jugadores, entrenadores y dirigentes se transforma en una realidad de acuerdo con la necesidad que viven los clubes argentinos. Teniendo en cuenta los 220 futbolistas que arrancaron como titulares en la quinta fecha del Clausura –la anterior a esta sexta que termina hoy–, 91 de ellos tienen 23 años o menos, lo que equivale a un 41,36 por ciento. Traducido a cada equipo, el número significa que cinco de los once está en condiciones de integrar una selección Sub-23. Una muestra clara de que los entrenadores deben confiar en futbolistas que todavía no lograron su maduración completa y que su máximo potencial recién lo conseguirán varios años más tarde, seguramente cuando ya no integren el plantel del equipo para el que juegan actualmente.
Los casos más paradigmáticos de esta situación son Newell’s, Vélez y Huracán, tres equipos que, por diferentes circunstancias, apuestan a sus divisiones juveniles. Claro que más allá de esa búsqueda, la labor queda a mitad de camino ya que los clubes deben desprenderse de sus promesas cuando recién están explotando en primera. Claro que esta situación también se repite en clubes como San Lorenzo, que supuestamente tienen más recursos para conseguir figuras consagradas o al menos con mayor cartel en el mercado de pases.
De los once jugadores de Newell’s que arrancaron el partido ante Independiente, ocho tienen entre 21 y 23 años y todos ellos nacieron en el semillero rosarino. Para ese encuentro, el equipo se completó con dos veteranos mayores de 30, como Walter Silvani y Cristian Domizi, que retornaron a Argentina a finalizar sus carreras luego de extensas trayectorias en el exterior. El restante fue Julián Kmet, que a los 25 años es el único que de acuerdo con el standard estaría en la plenitud de su carrera, con la mezcla exacta de juventud, madurez y experiencia que requiere un futbolista de alta competencia.
Lo de Vélez es aún más llamativo, ya que entre sus titulares no hubo ni un solo jugador que superara los 26 años. Esa edad tiene Fabricio Fuentes, su hombre más experimentado, mientras que sus diez compañeros ante Talleres son menores de 24, de los cuales cuatro tienen 20 o menos. El caso de Huracán es bastante similar. En su debut como entrenador ante Chacarita, Jorge Célico debió apelar a diez futbolistas que no pasan los 25 años. Sacando a Gabriel Lobos (30), referente y capitán del equipo, el resto tiene un promedio de 21,8 años. Además, cuatro de los titulares no llegan a los 20.
La contracara de esta situación es Banfield. El conjunto de Luis Garisto presentó ante Lanús la formación que más experiencia de los 20 equipos del torneo. Siete de los once que vencieron en el clásico cuentan con más de 27, entre los que se encuentran Enzo Noce, Adrián González, Javier Sanguinetti y Pablo Fernández, los cuatro con más de 30. Además, el único juvenil que mostró el equipo del sur fue el cordobés Roberto Colautti, que pertenece a Boca y está a préstamo hasta junio.
Más allá de este ejemplo, el caso de Banfield es excepcional. Si bien un lugar común del fútbol indica que el campeonato argentino está plagado de juveniles y de veteranos, ya que la generación intermedia se encuentra en el exterior, los números no confirman esa máxima. De 220, apenas 26 futbolistas superan los 30 años, lo que equivale a un 11,81 por ciento. Y para dejar en claro que es un fenómeno poco común, la tercera parte de los veteranos son arqueros –como Carlos Navarro Montoya, que ya tiene 37 años– un puesto que requiere menos capacidad física que los jugadores de campo.