Que el campeón del fútbol argentino no pueda ganarle a un equipo al que hace pocos meses goleó 7 a 1 puede sonar a falsa actuación. Sin embargo, que este Independiente haya sacado un punto en la cancha de Colón de Santa Fe debe haber sabido a satisfacción en el paladar de Américo Gallego, enfrentado al dilema de renunciar por mano propia si el resultado del entretiempo se mantenía otros 45 minutos. Pero la interesante levantada que experimentó el conjunto de Avellaneda justificó el empate final. “Tendríamos que haber ganado, hicimos mejor las cosas”, filosofó Gallego, que aclaró que el lunes estará entrenando al equipo...
Después de un primer tiempo espantoso, en el que colón se puso en ventaja con un golazo de Carignano, Gallego puso algunas cosas en claro en el vestuario antes de salir al complemento, y se notó la diferencia en el rendimiento del campeón entre uno y otro período. El delantero de Colón había anotado un golazo, enganchando en el vértice del área y colocándola de derecha en el segundo palo de Albil, de emboquillada. Y parecía justo, porque el local había controlado un poco mejor la pelota.
Y esa inyección que aplicó el técnico hizo pronto efecto. Independiente fue apretando de a poco a Colón contra Tombolini, que le sacó el empate a Insua sobre el cuarto de hora, pero que se quedó estático ante el perfecto cabezazo de Pusineri, que entró en un ángulo. Inclusive lo pudo ganar, si Sánchez hubiera cobrado penal en la jugada en la que Herbella pareció cometerle falta a Insúa, a cinco minutos del final.
El partido terminó frenético, con los equipos disputándose el protagonismo. A Colón le supo a poco, porque arrancó ganando y lleva tres empates seguidos. A Independiente le supo a tarea cumplida; solo los jugadores saben en realidad qué tan cerca estuvo el Tolo Gallego de abandonarlos...