España acaricia su quinto título de la Copa Davis tras adelantarse ayer por 2-0 ante Argentina, que está cerca de verse frustrada por cuarta vez en la que es la mayor asignatura pendiente de su deporte. Eran las diez de la noche cuando Sevilla estalló de gozo: David Ferrer derrotaba 6-2, 6-7 (2-7), 3-6, 6-4 y 6-3 a Juan Martín Del Potro y le daba el segundo punto del día a España con un partido que estuvo muy cerca de perder. Los argentinos, que sueñan con ganar alguna vez la Davis, ya habían sufrido un duro golpe en el inicio de la jornada con el 6-1, 6-1 y 6-2 de Rafael Nadal sobre Juan Mónaco. En la noche, el golpe se multiplicó en intensidad, porque el cálculo en el equipo argentino era claro desde el inicio: si se quería soñar, era imprescindible cerrar el día inaugural al menos empatados. Argentina está obligada a ganar hoy el dobles (a partir de las 12 hora argentina, televisan TyC Sports y Canal 13), cuando se enfrenten David Nalbandian y Eduardo Schwank ante los locales Feliciano López y Fernando Verdasco, si no lo hacen, España se consagrará por quinta vez en su historia.

Ferrer, héroe de la jornada, alentado a los gritos por todos sus compañeros durante horas, terminó acalambrado. “Ha sido un partido muy duro, de los mejores que he hecho en mi carrera tenística”, aseguró tras cuatro horas y 41 minutos de batalla, un partido completamente diferente del que habían disputado Nadal y Mónaco. El del segundo punto fue un partido luchado, pleno de puntos lucidos y de tiros extraordinarios. Comenzó mejor Ferrer, quinto del mundo, ante un Del Potro, undécimo, que mostró algunos nervios y perdió 6-3 tras ceder dos veces el servicio.

Pero el argentino se recompuso de a poco. Dudaba, aunque cada vez menos, y en un trámite de marchas y contramarchas llegó a un tie break en el que arrasó 7-2. Un revés paralelo le dio el set, Argentina había tenido que esperar más de cinco horas, hasta las 19.18, para llevarse su primer parcial de la tarde.

La desventaja inicial de 3-1 en el tercer parcial no amilanó a Del Potro, que mostró a partir de entonces su mejor tenis. Primero igualó en tres, y luego, con una derecha paralela a la carrera y un gran revés invertido, quebró para 4-3, mantuvo su servicio y selló el parcial por 6-3 con una derecha invertida. “Esta pista lo favorece a Del Potro porque ya hace frío y la pelota va más baja”, analizó un Nadal algo pesimista en un intermedio en declaraciones a la televisión española.

Ferrer, sin embargo, renacería. Con ambos ya cada vez más cansados, Del Potro falló en un momento clave del cuarto set: quedó 15-40 cuando sacaba 4-5, resolvió el primer break point con un ace, pero entregó el set con una doble falta.

Al borde de sus fuerzas físicas, Del Potro falló cuando sacaba en el cuarto juego del quinto set y le dio una importante ventaja de 3-1 a un Ferrer que acertó tiros notables cuando era más necesario. Ferrer volvería a quebrar para 5-1, y ya su rival estaba sentenciado, aunque quebrara y recortase la desventaja a 5-3. Con una furiosa derecha paralela se llevó el partido, convirtió en quizás inalcanzable el sueño de Argentina y dejó la quinta Davis a los pies de España.

“Hice todo lo posible, por momentos jugué muy bien, pero Ferrer está en un gran nivel y ha dicho que fue uno de los mejores partidos de su carrera”, comentó el tandilense, en la conferencia de prensa tras la derrota. “Si estaba otro jugador del otro lado hubiese podido marcar más diferencia con mi juego, pero Ferrer está haciendo una temporada fenomenal, está muy bien físicamente y en el quinto set sacó ventaja muy rápida y no pude alcanzarlo”, agregó Del Potro, para quien el equipo argentino “aún está con vida”.

Los doblistas