Sin lugar en la Lazio de Italia, adonde volvió una vez consumado el descenso de River, Juan Pablo Carrizo rompió el silencio y afirmó que vendría gustoso a jugar en el Nacional B. “Volvería si tuviera la chance, y más en este momento que está en la B. Ojalá me pueda encontrar con ellos en un futuro no muy lejano, porque tengo el anhelo de regresar. River es mi casa y es el club en el que me voy a retirar”, afirmó el arquero.

Carrizo tuvo un papel protagónico en el arco de River durante el Clausura 2005 y la Promoción. “De las equivocaciones se aprende –señala en una nota que concedió a la revista La Final, de los alumnos de la escuela DeporTEA de periodismo deportivo–. En River me tocó experimentar esa jugada desafortunada contra Boca en la Bombonera. En el corner yo esperaba que la peinen en el primer palo, y tengo esa reacción de tirar un manotazo para despejar la pelota, que finalmente me juega una mala pasada. No se me escapó, me pega por el efecto que agarró en el trayecto. Si salía para el medio, y un defensa despejaba, todos iban a decir ‘qué buena atajada la de Carrizo’.”

El arquero considera que su “única falla” en el torneo fue aquella que posibilitó el gol de Jonathan Ferrari, en el empate 1-1 con San Lorenzo. “Me equivoqué porque, sabiendo la velocidad de la pelota, me confié suponiendo que iba a cerrarla. Si hubiese dudado, metía puño y la despejo. Como yo me sentí seguro, no salté mucho, y me terminé equivocando. Nadie puede evaluar a un arquero por dos partidos, pero durante una temporada sí.” Tras ese partido, protagonizó un incidente con Ubaldo Fillol, entonces el entrenador de arqueros de River, del que se arrepiente. “Siempre lo respeté, y cuando me equivoqué le pedí disculpas. Es un tema cerrado para mí”, afirmó.

“Es inmenso el amor que siento por River, porque es el equipo que me dio la identidad –contó el arquero desde Roma–. A partir de eso, se pueden conseguir varios logros, y sin ello no me podría haber mostrado como jugador. Afortunadamente experimenté lo que es el fútbol.”

Jugador del Lazio, tuvo que retornar a Italia, pero no juega porque tiene tres arqueros delante suyo. “Espero volver a atajar lo más pronto posible. Soy humano y cometo errores. Quiero volver a demostrar mis condiciones para ser tenido en cuenta nuevamente. Si puedo triunfar en Europa, bárbaro. Volver a Argentina lo tomo como una buena opción. Me acercaría mucho a la Selección si mantengo una cierta regularidad.”

El último partido del arquero santafesino en la Selección fue aquella dura jornada en La Paz, cuando el equipo que entonces dirigía Diego Maradona cayó estrepitosamente 6-1. “Es un orgullo vestir la camiseta y escuchar las estrofas del Himno, porque se me viene a la mente todo lo que luché por conseguir lo que tengo, y por todo lo que representa Argentina en el mundo. Uno defiende a un país y es una sensación muy gratificante.”