Las espaldas de Lanús son anchas y Nicolás Russo se apoya en ellas para gobernar: preside un club ordenado, que inaugura obras y genera superávit (17.220.677 pesos al 31 de agosto). Tal vez por eso, y porque no sufre urgencias futbolísticas, hoy maneja en la AFA la comisión de Torneos, tan estratégica como apetecible para otros dirigentes. A río revuelto, cuando se intentaba entronizar un campeonato con 40 equipos, juntando la Primera División y la B Nacional, enfrentó esa idea. Quiere que todo siga como hasta ahora: un Apertura y un Clausura, los promedios por el descenso y las Promociones para establecer los ascensos. Pero será el Comité Ejecutivo –con la impronta clave de Julio Grondona– el que definirá con qué envase nos presentarán el fútbol en la temporada 2012-2013.

“Yo le puedo asegurar que los torneos se van a jugar con veinte equipos. Se había instalado la idea de que íbamos a modificar la cantidad de clubes, pero no hay absolutamente nada. Lo desmiento en forma terminante. La noticia la generaron los periodistas. También influyó la ansiedad de los que tienen problemas de descenso y de los que ven peligrar la posibilidad de ascender a Primera División”, señala Russo durante el diálogo con Página/12 en un bar frente a la AFA. Un par de mesas más allá está sentado Carlos Abdo, el presidente de San Lorenzo. El lugar parece un refugio natural de dirigentes, los mismos que unos minutos antes brindaban con Grondona por las fiestas de fin de año.

Aunque defiende la gestión del Jefe, Russo marca una diferencia con él en la discusión que se viene por los campeonatos: “Julio y otros directivos tienen la presunción de que el campeonato largo le quitará presión a los técnicos y a los dirigentes. Yo no lo comparto: en el Nacional B, que es un torneo así, de 38 fechas, echaron a más entrenadores que en los de Primera. Los que defendemos la idea de seguir como hasta hoy decimos que hay dos campeones por temporada y no un primero y un segundo”.

Para demostrar que la mayoría respalda su propuesta, se remite a una votación: “Hace un año y medio los clubes decidimos que queríamos dos campeonatos: Apertura y Clausura. Aunque eran otras instituciones y otros dirigentes, porque hubo ascensos y descensos, más varias elecciones. Por eso es necesario volver a conversar”. Russo afirma que un cambio como el que impulsaban algunos funcionarios del Gobierno (con más equipos en Primera) “llevaría tiempo, exigiría mucho más dinero que hoy porque son más equipos para repartirlo y una infraestructura mejor realizada en forma progresiva”. Por si acaso, aclara: “Soy el secretario de Torneos, aunque todo lo que se resuelva no lo definiré yo, sino el Comité Ejecutivo de la AFA. No se puede repetir lo de hace seis meses, ese paso en falso con el que querían ascender de apuro a varios equipos. La idea de Lanús es continuar con los dos torneos cortos”.

La decisión del Comité Ejecutivo se conocerá recién en febrero o marzo, cuando vuelva a reunirse. Según Russo, durante el brindis del martes 20, Grondona sugirió que casi todo seguirá igual, a no ser que cambie la longitud de los torneos, sobre la que no existe unanimidad. El presidente de Lanús sí está convencido de que todos respaldan las sanciones que recibirán los clubes que no tengan las cuentas al día. “El reglamento se va a aplicar a rajatabla y el que no esté con las cuentas en orden va a ser desafiliado y jugará sin sumar puntos”, asegura.

Ante la sonrisa de incredulidad, refuerza su idea de que serán castigados los que no cumplan: “No sé ahora cuáles serán los ítem a respetar, pero lo impositivo, los sueldos al día de los futbolistas, las cuentas del club, en definitiva lo que exige el Reglamento de la AFA se va a aplicar. Ya se les transmitió a todos los clubes. Llevo 21 años en puestos claves de Lanús y esta es la primera vez que veo cómo se van a cumplir las pautas económicas”.

Su certeza no es avalada por las experiencias anteriores, marcadas por décadas de despilfarro. Pero Russo, pese a todo, cree en “los hombres de buena voluntad”, diría un relato evangélico: “Confío en la palabra de Grondona y además confío en la palabra de todos mis compañeros del Comité, que han asumido un compromiso muy serio. Acá los clubes no van a poder incorporar refuerzos si no tienen las cuentas en orden y estoy convencido de que será así”. El dirigente señala que “no habrá excepciones” (aun en los casos más graves como River, Independiente y San Lorenzo, ayer inhibido por Argentinos) y en Primera prefiere ver el vaso medio lleno: “Son seis o siete clubes complicados, no más. Pero de los veinte, trece o catorce están bien”.

“No podemos con las barras”

Nicolás Russo es presidente de Lanús desde 2009, un club con 34 mil socios y donde se practican 38 disciplinas deportivas. Durante el quinto Curso de Capacitación Dirigencial organizado hace un mes por su institución, dijo que las camadas de nuevos dirigentes deben “saber sumar las críticas y no verlas como algo negativo”. Críticas que él mismo no teme expresar, si se trata de asuntos futbolísticos. Defendió a Julio Grondona cuando Daniel Passarella le pidió la renuncia a la AFA y trató de “desubicado” al presidente de River. Cuestionó al técnico de Boca, Julio Falcioni –según él, condicionó al árbitro Néstor Pitana antes del último partido con Lanús–, porque “si sigue así, vamos a llorar todos”. Se opuso a la contratación de Sergio Batista como entrenador de la Selección (“Yo dije que no a Batista por el tema pergaminos”) y admitió una debilidad estructural de la dirigencia –cuando no complicidad– con las barras bravas: “No podemos con ellas”.