”El detenido dijo que el crimen pudo haber sido cometido por personas a las que considera como sus ‘enemigos’”, dijo ayer una fuente judicial respecto de la declaración indagatoria de Daniel Sfeir, quien está imputado de ser el autor del homicidio de su esposa, la docente Silvia Prigent. El único sospechoso fue indagado durante cuatro horas por el fiscal del caso, Cosme Iribarren. El acusado se declaró inocente y sostuvo que los “enemigos” suyos a los que aludió son personas vinculadas al ámbito de la recolección de residuos, actividad a la que se dedica Sfeir como empresario. El abogado defensor, Marcelo Adómoli, había mencionado esa misma hipótesis cuando hizo declaraciones a la prensa la semana pasada. Sfeir fue detenido el viernes en la casa de sus padres, en Zuviría al 600, de la localidad bonaerense de Tigre. Según el letrado, su cliente había recibido amenazas de parte de “una empresa no legal”.

En general, el detenido se mantuvo en los mismos dichos que había formulado cuando era sólo un testigo. Sfeir pasó la noche incomunicado en una celda de la DDI de San Isidro y fue trasladado a primera hora de ayer hacia la fiscalía de Don Torcuato, Alvear (ex ruta 202) 639, en el norte del conurbano, donde declaró acompañado por un defensor oficial desde las 8 hasta cerca de las 12. El fiscal Iribarren acusó al viudo de ser el autor del crimen de su esposa y le imputó el delito de “homicidio calificado por el vínculo”, uno de los más graves del Código Penal argentino porque prevé una pena de prisión o reclusión perpetua.

Sfeir continuará detenido en la DDI de San Isidro, en Tomkinson 2833, a disposición de la Justicia, que tiene ahora treinta días para analizar su situación procesal. En el caso interviene el juez de Garantías Ricardo Costa. Las pruebas que llevaron al juez a disponer el arresto de Sfeir fueron las contradicciones en las que incurrió en las cinco declaraciones que hizo ante los investigadores, en especial el testimonio que brindó el 29 de diciembre, día en el que hizo la denuncia sobre la desaparición de su esposa. Sfeir dijo que se encontraba en un lugar alejado de la escena del crimen, pero las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad y una llamada desde su celular lo sitúan cerca de la zona del dique Luján, cerca del lugar donde apareció el cuerpo de la víctima.