A menos de un mes de su debut como capitán de Copa Davis, Martín Jaite expresó estar “orgulloso y feliz” de llevar adelante una nueva ilusión de ganar la Ensaladera por primera vez, y si bien anhelaba contar con la presencia de su “as de espadas”, Juan Martín Del Potro, en el debut frente Alemania, aseguró que “entiende, acepta y apoya” la decisión del tandilense. Antes de viajar a Australia para observar a sus dirigidos, Jaite diálogo con Página/12 y analizó la serie frente a los europeos.

–¿Cuáles son los pasos a seguir de ahora en más para la preparación de cara al choque con Alemania del 10 al 12 de febrero?

–Estamos terminando de hacer una ronda de charlas con los jugadores y los cuerpos técnicos, y luego estaré durante la primera semana del Abierto de Australia, para así poder estar cerca de los jugadores argentinos, y también para ver un poco a los rivales. Después, varios de los argentinos van a jugar en Viña del Mar, que es una semana antes de Alemania. Esa es otra buena oportunidad para observar a los que vayan. Y, por último, calculo que estaremos llegando a Alemania una semana antes de la serie, lo cual es importante, porque permite prepararnos bien.

–Usted marcó que también hay charlas con los cuerpos técnicos de los jugadores. ¿Qué importancia les atribuye a ellos?

–Nos tenemos que apoyar mucho en ellos, porque son los que están en el día a día con los jugadores. Son los que conocen sus reacciones, sus virtudes y sus contras. Va a ser muy importante que los cuerpos técnicos nos apoyen, más allá de las relaciones personales que podemos tener con los jugadores. Cuanto más participen, más oportunidades vamos a tener y así va a ser mejor.

–Alemania planteará polvo de ladrillo. ¿Cree que se acrecientan las posibilidades al jugar en una superficie tan conocida por los argentinos?

–Argentina en los últimos años ha crecido mucho. Sinceramente es difícil decir cuál es nuestra mejor superficie. Por eso cuando a veces me dicen que Alemania puso polvo de ladrillo y que eso supone algo mejor para Argentina, no me confío, porque la verdad no sé si es mejor. Lo bueno que tenemos es que podemos jugar en cualquier superficie tanto de local como de visitante, ya que tenemos un equipo fuerte. Hicimos un gran avance en cuanto a esto. Ya son ocho o diez años en los que el equipo no baja el rendimiento cuando se juega en pistas duras como el cemento. Tenemos un equipo muy compacto, muy equilibrado que puede jugar en cualquier lado. Es verdad que nosotros hemos nacido en el polvo de ladrillo, pero por suerte tenemos jugadores que se adaptan a cualquier tipo de superficie.

–El equipo alemán cuenta con jugadores de primer nivel como Mayer y Kohlschreiber y la dupla conformada por Petzschner-Kas. ¿Qué opina sobre el equipo alemán y sobre cada uno de sus jugadores?

–Como equipo en general, Alemania es muy compacto y muy difícil. Es un rival que no tiene grandes nombres, pero es muy parejo. Kohlschreiber es un jugador con experiencia, y si bien el polvo de ladrillo no es su superficie favorita, se adapta y juega muy bien. Mayer es un jugador que técnicamente juega muy feo, pero es muy complicado y difícil. Y después, Petzchner-Kas es un dobles formado que juega muy seguido, lo cual lo hace complicado.

–¿La dupla Nalbandian-Schwank vuelve a ser la más potable en dobles?

–Sí, Nalbandian-Schwank es una muy buena alternativa, pero no es la única que tenemos. Hay varios jugadores que pueden jugar ese punto. Aún no es algo que hemos decidido. Tenemos tiempo para planificarlo.

–¿Por dónde cree que pasará la llave para vencer a Alemania?

–Lo importante en una Copa Davis es que los jugadores estén bien físicamente. Se te cae un jugador y se te complica. Por eso, volviendo un poco a la pregunta anterior sobre la dupla Nalbandian-Schwank, lo bueno que tiene Argentina es que hay cinco o seis jugadores que pueden jugar tanto singles como dobles, así que hay muchas variantes. Pero, sin duda, la parte física es de vital trascendencia, ya que los partidos son largos y más en polvo de ladrillo.

–Ante un hipótetico triunfo frente a Alemania, Argentina tendrá de local a todos los cabezas de serie. ¿Con este sorteo se acrecientan las posibilidades de levantar de una vez por todas la Ensaladera de Plata?

–Es un incentivo para los jugadores poder jugar de local la mayor cantidad de veces posibles. Pero el sorteo no sé si fue favorable o no. Primero tenemos una primera ronda muy difícil. Había equipos mucho más sencillos para jugar antes que Alemania. Sin embargo, si bien siempre es bueno jugar las series de local, Argentina ya tiene experiencia como visitante. Hay muy buen equipo y los rivales, a pesar de ser locales, nos tienen mucho respeto. Argentina ya ha jugado cuatro veces la final de la Copa Davis y en todas ha tenido grandes posibilidades, ya sea de local o de visitante. Si llegás a la final es porque estás cerca de ganarla y jugar en casa o afuera queda de lado. Ojalá podamos llegar a la final y la podamos ganar.

–¿Es también un objetivo afianzar el vínculo entre David Nalbandian y Juan Martín Del Potro?

–No. La meta nuestra es afianzar la relación de todo el grupo en general, y afianzar el trabajo en equipo. Siempre en los grupos de trabajo hay cortocircuitos y rigideces, y en la Copa Davis todo es mucho más mediático. Pero particularmente, no me preocupa a mí la relación entre Nalbandian y Del Potro, sino la del grupo en general.

–Además del sueño de ganar la Copa Davis, ¿también es fundamental seguir manteniendo al país dentro de los primeros planos del tenis?

–Sí, desde ya. Argentina en los últimos diez años estuvo entre las cuatro potencias del tenis. Ha jugado tres finales en cinco años y alcanzó semifinales y cuartos de final con cierta regularidad. Ojalá que nosotros podamos repetir las actuaciones que lograron los capitanes antecesores.

Entrevista: Matías Jofré.