Un barrabrava de River fue asesinado ayer de un balazo en la cabeza y encontrado en un zanjón en las afueras de la ciudad de Luján. Sergio Martín Stambuli, conocido como “el Turco del Oeste”, líder de la banda de Fuerte Apache, fue hallado ayer por la mañana en una zanja en la localidad de Carlos Keen, cerca de Luján. El cadáver tenía un balazo en la cabeza y fue reconocido horas después por un hermanastro de la víctima.

Stambuli, quien fue lugarteniente de Alan Schlenker y Adrián Rousseau hasta que estalló el conflicto entre los dos jefes de Los Borrachos del Tablón con el asesinato de Gonzalo Acro, habría ido a “cobrar una deuda”, según señaló el fiscal Oscar Reggi, a partir de los dichos de un “supuesto” amigo de la víctima, que lo habría acompañado hasta Luján.

“Fue a buscar una deuda pendiente y lo recibieron de esa forma”, indicó Reggi, al tiempo que sostuvo que “todavía es muy confuso” la forma en que se produjo el hecho, debido a que el acompañante de Stambuli describió que sólo hubo “una discusión y un disparo”.

Por otro lado, el primer informe preliminar verbal que obtuvo el fiscal indica que el cuerpo habría sido ultimado en otro lugar y tirado en el sitio en donde fue hallado. “No sería ése el lugar primario donde lo mataron. No obstante, todavía es un dato a confirmarse”, admitió Reggi ante la prensa.

La autopsia, llevada a cabo pasado el mediodía, arrojó que Stambuli murió debido a un disparo en la cabeza y se constató que no hubo otras lesiones. “No hay otra cosa más que el orificio de la bala”, indicó el fiscal, que admitió que aún faltan recolectar elementos de prueba como para determinar las causas del asesinato. Sin embargo, puso en duda que el hecho se deba a un interna de la barra brava de River. “No tenemos datos para decir que se trató de una interna”, sostuvo Reggi.

Lo cierto es que el fiscal pidió la detención de Mohamed Taha, un supuesto amigo de la víctima, quien es, hasta hora, el único detenido.

Stambuli fue uno de los cabecillas de Los Borrachos del Tablón y pertenecía a la facción “200 Guerreros Vuelven”, aunque tras el asesinato de Acro había perdido poder en la barra y su lugar como hombre fuerte de la zona oeste fue tomado por Martín Araujo, alias Martín de Ramos. Su muerte se produjo, curiosamente, dos días después de que otro barra, Agustín Rodríguez, de Nueva Chicago, fuera asesinado en medio de una trifulca con una facción antagónica del club de Mataderos.