La crisis económica europea provocó que Italia renunciara a apoyar la candidatura de Roma para ser sede de los Juegos Olímpicos de 2020, por lo que sólo quedan en carrera cinco contendientes: Bakú, Doha, Estambul, Madrid y Tokio. En mayo de 2013, el COI dará la lista oficial de candidatas, y el 7 de septiembre de 2013, en Buenos Aires, el presidente del ente olímpico anunciará la ciudad que albergará los Juegos de 2020.

“Es una decisión dolorosa, pero no pensamos que sea coherente que Italia se involucre en esta garantía, que podría arriesgar el dinero de los contribuyentes”, justificó el primer ministro Mario Monti la negativa del Estado a la candidatura de la capital.

Hoy se cierra el plazo de presentación de las garantías requeridas por el Comité Olímpico Internacional (COI) a las ciudades que aspiran a ser sede. Roma no estará entre las que presente su propuesta.

“No queremos que la percepción que estamos buscando dar de Italia pueda verse comprometida por dudas imprevistas, quizás alimentadas por nuestros rivales”, agregó el tecnócrata Monti, encargado desde noviembre, tras sustituir a Silvio Berlusconi, de comandar a un país sacudido por la crisis de deuda y embarcado en una política de reducción de gastos. “El gobierno cree que no sería responsable en las actuales condiciones de Italia asumir esta obligación de garantía del costo de los Juegos. Sería una obligación financiera que podría agravar las finanzas de Italia.”

El presidente del CONI, Gianni Petrucci, lamentó la decisión y aseguró que “se desvanece un sueño”. “Acepto la decisión, pero me habría gustado mayor respeto, porque decirnos que no en el último día no ha sido bonito”, declaró Petrucci, considerando que “si bien es el momento de los recortes, los sueños deben ser fomentados”.

El presupuesto que el Comité Olímpico Italiano (CONI) había previsto para la organización de los Juegos era de 9800 millones de euros, de los cuales el 8,4 por ciento, unos 825 millones, saldrían del Tesoro italiano. “Es necesario recortar, pero también invertir, y Roma 2020 era precisamente eso –insistió el dirigente deportivo–. Repito que nuestro equipo no ha hecho nada que pueda recriminarse, el proyecto era perfecto y eso lo ha reconocido también Monti.”

El alcalde de la ciudad, Gianni Alemanno, dijo que Monti dio “motivos claros” que, sin embargo, no comparte. “No se mira al futuro de Italia”, criticó. Mario Pescante, presidente del comité de candidatura, lamentó la negativa: “Es una gran oportunidad perdida”. En un sondeo en la web de La Gazzetta dello Sport, un 84,5 por ciento de lectores estaba a favor de la decisión de Monti. En la web de Il Corriere della Sera, el porcentaje de apoyo aumentaba al 90,4 por ciento.

Hace poco más de un año, Roma, sede de los Juegos de 1960, también renunció a la idea de albergar un Grand Prix de Fórmula 1 por sus antiguas calles. La capital sí llegó a competir, pero sin éxito final, por los Juegos de 2004, ya que en la votación final cayó 66-41 ante Atenas.