El defensor Rolando Schiavi reconoció que una derrota en el partido de mañana ante Arsenal, en La Bombonera, será determinante para el futuro de Boca en la Copa Libertadores. Por su parte, el vicepresidente primero del club y diputado porteño del PRO, Oscar Moscariello, presentó ayer el balance deficitario de la institución, y remarcó que la actualidad económica de Boca “no es una fiesta” y que “no escapa a lo que es el fútbol argentino”.

Boca pretende dar batalla en lo deportivo y en lo económico, los dos frentes que se le complicaron en los últimos tiempos. “Un mal resultado para los dos nos deja afuera de la Copa”, sentenció Schiavi en declaraciones a Fox Sports, al tiempo que sobre el encuentro frente a Arsenal, resaltó: “Tenemos que tomarlo con la seriedad que merece porque queremos seguir en carrera”. Luego, a propósito del presente de su equipo, reconoció: “No hay equipos invencibles y no nos creemos un equipo invencible. No sé si perdimos seguridad, pero las veces que nos llegan las concretan y el año pasado eso no pasaba”.

Por otra parte, Moscariello presentó, junto con el tesorero Jorge Sánchez Córdoba, el balance del club, que fue aprobado por unanimidad en la última asamblea de representantes y que arrojó un déficit de 23,6 millones de pesos. “Quiero aclararles cómo está económicamente la institución y sacar del imaginario colectivo el balance anual anterior que, hasta el 30 de junio de 2011 dejaba, según la gestión anterior de Jorge Ameal, unos 50 millones de pesos de superávit”, dijo Moscariello. “Este superávit se dio por un período excepcional de venta de jugadores, por lo que entraron unos 85 millones de pesos. Pero la actualidad de Boca no es una fiesta. Estamos tratando de bajar el balance operativo, que es de 6 o 7 millones de dólares anuales, y para eso Boca va a tener que vender por un valor superior a 5 millones cuando termine esta temporada en julio”, advirtió el dirigente, quien, además, adelantó que Boca va a pesificar los contratos a partir de julio.