Un penal muy infantil de Eduardo Ledesma a poco del final le dio la chance a Belgrano de llevarse tres puntos de Lanús, cuando el conjunto cordobés ya estaba muy conforme con la igualdad. Claudio Pérez, con mucha serenidad, anotó el único gol del encuentro, que sirvió para que los de Zielinski se llevaran un triunfo muy importante en su lucha por no descender.

Belgrano se había programado para sacar un empate. Su planteo tuvo como sostén una retaguardia hermética, aunque también incluyó contraataques aislados. Lanús fue un dominador excluyente de los primeros 45 minutos. El granate procuró abrir a una defensa compuesta por once hombres replegados en su propio campo y lo hizo basándose en un juego de precisión y velocidad al ras del piso, así como de cambios de frente y desbordes explosivos por parte de sus extremos. Sin embargo, Belgrano tapó correctamente los caminos frontales al arco y es por eso que fueron pocas las ocasiones de gol.

En el segundo período, al anfitrión se le plantearon los mismos problemas y no supo cómo resolverlos, a pesar de los ingresos de Valeri y Pavone. Y cuando parecía que el empate ya estaba sellado, Ledesma empujó de manera grosera a Esteban González, para que Pérez tuviera la chance de ejecutar el penal. De esa forma, los cordobeses se llevaron una victoria por la que hicieron poco.