“Marcelo Bielsa, excelente entrenador argentino de otra escuela y amigo personal (se puede tener ideas distintas y afecto mutuo, incluso es conveniente), me apunta que la mayoría de los equipos prefieren ceder la iniciativa.” Tal lo escrito por Jorge Valdano en 1997 en Los cuadernos de Valdano en el capítulo correspondiente a la Eurocopa de 1996.

Y es central eso de otra escuela para escribir sobre Bielsa, y en esto nada tienen que ver los recientes triunfos en la Europa League sobre Manchester United y Schalke 04 o las últimas derrotas de Athletic Bilbao en los partidos de liga. No importa de qué escuela sea Bielsa, aunque quien esto escribe está más cerca de lo que piensa Valdano.

Una vez más lo que importa es la permanente reivindicación de la ética por parte del actual entrenador del equipo vasco y a uno, entonces, le importan un rábano los resultados. Bielsa es mucho más importante para la decencia del fútbol que para analizar cómo juegan sus equipos. Por esto se equivoca Pep Guardiola cuando afirma que “Bielsa es el mejor entrenador del planeta”. El mejor entrenador del planeta, y por mucho, es él mismo.