Desde Resistencia

La Selección Argentina de Básquetbol debutaba anoche ante Colombia en el Torneo Sudamericano de Chaco, que se desarrollará hasta el viernes en el club Sarmiento, con la aspiración de ganar el título, pero con un agregado especial para los doce integrantes del plantel que conduce Néstor García. Si bien el objetivo común es el título, el torneo también tiene un significado muy distinto para cada uno en el aspecto personal. Una de las cuestiones que deberá atender García será amalgamar los diferentes momentos de los jugadores para que la estructura del equipo no se resienta.

Leo y Juan Gutiérrez ya tienen su lugar asegurado en el plantel que viajará a los Juegos Olímpicos, por lo que su presencia en Resistencia se debe a sus ganas de participar en esta etapa y la posibilidad de llegar con más rodaje para la preparación rumbo a Londres, que arrancará la semana próxima. Además, su experiencia servirá como ejemplo para los más jóvenes, para tener referencias más concretas de lo que significa formar parte de la Generación Dorada.

Para Marcos Mata y Martín Leiva, compañeros en el tricampeón Peñarol e integrantes de la preselección de quince jugadores que brindó Julio Lamas pensando en Juegos Olímpicos, un buen torneo puede ser el trampolín para ganarse un lugar en la lista definitiva. En el plano local ya demostraron estar a la altura, por lo que una actuación convincente a nivel internacional puede ser el empujón definitivo que los empuje a Londres.

El caso de Facundo Campazzo y Nicolás Laprovíttola, dos bases con una enorme proyección, es, al menos, curioso. A los dos les servirá como experiencia para el futuro y ya resulta un premio estar en este equipo. Sin embargo, los dos pelean mano a mano por el lugar vacante como suplente de Pablo Prigioni en la lista de Londres. El gran desafío para ambos es superar esa responsabilidad y rendir como lo hacen en sus clubes en la Liga Nacional.

Fuera del grupo que aspira a los Juegos, para Federico Van Lacke y Selem Safar, los dos escoltas del equipo, igual la motivación es muy alta, ya que se trata de su primera convocatoria para una Selección mayor. Una buena impresión ahora puede servir para abrir otra puerta en el futuro. Y si bien ya tuvieron alguna experiencia con la camiseta argentina, bastante similar es el panorama para Juan Manuel Fernández y Matías Sandes, otros dos que con un buen rendimiento hoy podrán ganarse otro llamado mañana.

Distinta es la historia para Marcos Delía y Franco Giorgetti, los dos más chicos del equipo y los dos mejores sub-20 –junto con Patricio Garino– que tiene la nueva camada. Su presencia tiene que ver con la idea de insertarlos en el grupo, que vayan ganando experiencia y que se puedan consolidar como jugadores mayores para dejar de ser promesas. Incluso, es probable que vayan como sparrings a Londres, para seguir foguéandolos. Está claro que Argentina jugará en Chaco buscando el título. Pero también es natural que cada cual atienda su juego.