Belgrano, como en junio del año pasado, hizo estallar Núñez. Aunque en esta oportunidad la bomba no fue tan grande como aquel día en que River se fue a la B Nacional. El domingo, las esquirlas tuvieron un blanco bien marcado: el entrenador, Matías Almeyda. Y el DT, aún dolido y molesto por la derrota, habló en conferencia de prensa tras la práctica y encendió la polémica al señalar que hoy por hoy River “es un club contaminado”, donde “no se puede trabajar bien”, ya que “se vive en un estado de negatividad”.

“Este club está contaminado. Todo el tiempo hay intereses que están al margen de mi persona. Yo estoy acá sólo por los resultados. Trato de equivocarme lo menos posible, pero es complicado hacer tu trabajo con una atmósfera tan negativa”, expresó Almeyda apenas se sentó en la silla para dar inicio a su conferencia de prensa.

Sobre el partido, el entrenador resaltó la performance de Manuel Lanzini cuando jugó de enganche, y reconoció que haber caído ante Belgrano fue especial porque el elenco cordobés “marcó algo importante” en la historia de River. “Creo que tuvimos momentos en los que intentamos jugar de la manera en que pretendemos. Si evalúo el resultado, digo que uno se va amargado porque no fue lo que esperábamos en el arranque”, señaló el entrenador, que ratificó su apoyo a Mario Vega, uno de los que quedó en la mira del hincha. “Barovero todavía no se adaptó. Preferí darle confianza a un arquero que nos devolvió a Primera”, insistió Almeyda.

Otro de los jugadores que quedó en el ojo de la tormenta fue el mellizo Rogelio Funes Mori, que falló el penal que hubiera posibilitado el empate ante Belgrano. “Soy un director técnico que les da confianza a los jugadores. Yo no pongo a alguien a patear. Lo eligen los futbolistas. El que tiene confianza lo hace. Si falla hay que apoyar”, remarcó el DT, que también se hizo cargo de colocar como lateral izquierdo a Luciano Vella, de muy flojo encuentro. “Es el único que hoy puede cumplir esa función porque Arano está lesionado. Puso todas las ganas y voluntad”, indicó.

Por último, Almeyda, molesto por los insultos de la gente, fue tajante. “La gente paga la entrada y ejerce su derecho como quiere. Pero si no van a la cancha a alentar, que directamente no vayan”, enfatizó Almeyda, que se mostró indiferente a los cantos a favor de Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez. “Los tomo como un reconocimiento a dos jugadores que ayudaron para lograr el ascenso”, apuntó el DT.