La primera final de la Copa Argentina desde que fue revitalizada por la sociedad entre la AFA y el Gobierno encontrará hoy a Boca y a Racing, que van por un título que a uno le inyectaría alivio y al otro le permitiría cortar una abstinencia de más de una década. El partido será desde las 20.30 en el nuevo estadio del Bicentenario, con arbitraje de Pablo Lunati y con transmisión de la TV pública.

Si bien se especulaba con la chance de que fuera la presidenta Cristina Fernández de Kirchner la que entregue la Copa, como sucede con el monarca Juan Carlos I con la Copa del Rey en España, solo estaba confirmado que será el gobernador José Luis Gioja quien hasta ahora le dé el trofeo al capitán del conjunto ganador.

Boca llega golpeado porque de tres títulos se quedó en la última parte del camino sin la Copa Libertadores (llegó a la final ante Corinthians) y el torneo Clausura. Pero si algo terminó de hundir las acciones del entrenador Julio César Falcioni y del presidente Daniel Angelici fue la sorpresiva renuncia de Juan Román Riquelme a seguir en el club.

Por más que Falcioni logró deslindar responsabilidades, el hincha lo hace cargo. Encima, Quilmes lo vapuleó en el albor del nuevo torneo local con un 3-0 impiadoso. Así, ganar la Copa Argentina sería oxígeno y calmante para un Boca golpeado: lisa y llanamente un consuelo.

Racing, sin estar entre luces, tiene ostensiblemente menos carga que su rival, aunque viene de un flojo fin de torneo Clausura y un comienzo con muchos refuerzos pero apenas un empate como local ante Rafaela, con dos penales desperdiciados por el correntino José Sand.

Boca jugará con el mismo equipo que perdió ante Quilmes y Racing hará dos cambios respecto del encuentro frente al conjunto rafaelino. Uno de ellos será la despedida de Valentín Viola antes de su partida a Sporting Lisboa, en lugar de Gabriel Hauche. El otro cambio sería el de Iván Pillud por el joven Esteban Saveljich, por lesión.

Racing dejó afuera en semifinales a River por penales y por la misma vía Boca le ganó a Deportivo Merlo.