DEPORTES › MAGNíFICA VICTORIA 82-77 SOBRE BRASIL
A Ginóbili, Scola, Nocioni y compañía todavía les sobra ese hambre de gloria imprescindible para mantener al equipo entre las principales potencias del deporte. La ilusión de una final olímpica chocará mañana contra el Dream Team.
“Tengan el hambre de gloria de los argentinos.” Rubén Magnano, entrenador de Brasil y uno de los principales artífices de la Generación Dorada, buscó sacarles un plus a sus jugadores de cara a los cuartos de final y puso de ejemplo al tradicional rival. Ni así alcanzó. Como en todos los cruces importantes que se dieron en este siglo, la selección argentina de básquetbol venció a Brasil y sigue adelante con su ilusión de conseguir el tercer podio seguido en los Juegos Olímpicos. El 82-77 final dejó en claro que a Ginóbili, Scola, Nocioni y compañía todavía les sobre ese hambre de gloria del que hablaba Magnano y que les permitió establecerse entre las máximas potencias durante más de una década. Mañana, desde las 17, la chance de llegar a una nueva final olímpica chocará otra vez contra Estados Unidos. Pero por ahora es tiempo de celebrar un nuevo logro de un equipo inigualable.
La estrategia que dio resultados en Turquía 2010, de aislar a Marcelo Huertas del resto del equipo para que el base no hiciera jugar al resto del equipo y tuviera que asumir el peso anotador de Brasil, volvió a ser la elegida para el comienzo del juego. Pero el iluminado arranque del jugador del Barcelona pareció conspirar contra la idea argentina. Trece puntos en el primer cuarto motivaron que el conjunto de Magnano llevara la delantera en el marcador durante casi todo el parcial. Sin embargo, la efectividad de Delfino en los lanzamientos de larga distancia permitió que Argentina se mantuviera siempre cerca, a pesar de las dos faltas sumadas por Luis Scola.
De a poco, Huertas comenzó a fallar algunos tiros y como los internos Tiago Splitter, Nené y Anderson Varejao no terminaban de tomar protagonismo, Argentina llevaba bien el trámite, con un goleo repartido entre sus figuras y un inesperado pero clave aporte de Juan Gutiérrez, reemplazo de urgencia ante un Scola cargado de faltas. El 46-40 con el que se cerró el primer tiempo reflejaba la diferencia entre un equipo y otro: mientras las ofensivas argentinas fluían de manera natural, Brasil no encontraba sus sistemas y debía forzar situaciones para conseguir sus puntos.
Esa tendencia se potenció en el tercer cuarto. Tras unos minutos de paridad, un triple y una tapa de Nocioni, más una corrida a puro amague de Ginóbili abrieron la primera brecha importante del partido (10 puntos). Y a partir de ahí, con casi todos suplentes en la cancha para darles descanso a los habituales titulares para el cierre, Argentina pudo intensificar su defensa y terminó de confundir a Brasil, que cada vez mostraba un ataque más desordenado. Por eso, a pesar de perder poder ofensivo, el equipo de Lamas se las ingenió para sacar 15 puntos cuando promediaba el parcial, aunque una ráfaga de Leandrinho le sirvió a Brasil para acercarse para el inicio del cuarto decisivo.
Con Huertas y Leandrinho tirando del carro, Brasil inició una remontada que le puso suspenso al cierre. A tres minutos del final, el equipo de Magnano se puso a dos puntos. Pero hasta allí llegó. Una corajeada de Nocioni cortó la sequía ofensiva y entregó un poco de tranquilidad. Luego, con una notable defensa, Argentina se encargó de garantizar la victoria, ya que frenó a Brasil durante seis posesiones consecutivas. Y de esa manera, a pesar de que Prigioni no pudo convertir dos triples en soledad y Scola falló cuatro tiros libres consecutivos, Argentina llegó con tranquilidad a los últimos segundos, más allá de los últimos dos triples de Leandri-nho, que decoraron el resultado.
De esa manera, disimulando los años acumulados, las piernas cansadas y las ventajas físicas otorgadas, la Generación Dorada volvió a colocarse en una semifinal olímpica. Enfrente estarán los NBA estadounidenses. Pero este grupo, que ya sabe lo que es ganarles en unos Juegos Olímpicos, todavía se anima a soñar.
82- ARGENTINA
Prigioni 6, Ginóbili 16, Delfino 16, Nocioni 12, Scola 17 (FI) J. Gutiérrez 11, Campazzo 3, Jasen 1, L. Gutiérrez 0.
DT: Julio Lamas.
77- BRASIL
Marcelinho 22, Leandrinho 22, Alex 10, Varejao 4, Tiago Splitter 6 (FI), Marquinhos 0, Nené 7, Taylor 2, Guilherme 2, Marcelo Machado 2,
DT: Rubén Magnano.
Estadio: North Greenwich Arena.
Arbitros: Arteaga (España)-Carrión (Puerto Rico)-Ankarali (Turquía)
Parciales: Argentina 23-26, 46-40, 64-54 y 82-77.
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