El viernes, Lucas Calabrese y Juan De la Fuente agitaron bien fuerte las aguas de Londres al obtener una medalla en el yachting. Ayer, Miguel Correa y Rubén Rézola buscaban el mismo objetivo, pero esta vez en canotaje. Sin embargo, a pesar del esfuerzo, el resultado no fue el mismo. La dupla argentina se ubicó quinta en la final de la prueba K2 200 metros, y de esta manera se quedó con las ganas de darle la quinta presea al país.

No partían como candidatos, aunque las esperanzas eran altas. El tercer puesto obtenido en las semifinales (por detrás de Bielorrusia y Gran Bretaña) intensificó el sueño de obtener una medalla olímpica por primera vez en la historia para la disciplina. Pero, aunque la carrera fue pareja, hasta los últimos metros, no hubo hazaña. Correa y Rézola se quedaron con las ganas de colgarse una presea, pero se van de Londres sacando pecho y con la cabeza firme. “Estuvimos cerca de la medalla y me queda esa espina. Pero igual estoy satisfecho con todo lo que hicimos en Londres”, expresó Correa, que fue séptimo en la prueba K1 500 metros en Beijing 2008.

En la ventosa mañana de Eton Dorney, no hubo sorpresas y la medalla de oro fue para los principales favoritos, los rusos Yury Postrigay y Alexander Dyachenko. En tanto, la plata quedó en poder de los bielorrusos Raman Piatrushenka y Vadzim Makhneu, mientras que el bronce fue para el binomio británico compuesto por Liam Heath y Jon Schofield.

Los argentinos registraron un tiempo de 35s271/1000 en la final, y si bien no lograron medalla, se llevaron un diploma, que premia el esfuerzo y el trabajo que empeñaron en la capital inglesa. “Estamos muy contentos y satisfechos por el resultado y por haber dejado todo, que es lo que buscábamos. Se trató de la primera vez que un bote de un equipo argentino se mete en una final olímpica, y eso refleja lo que se viene haciendo en nuestro deporte a lo largo de estos años”, analizó el rionegrino, que ya piensa en Río de Janeiro 2016. “Este bote tiene mucho futuro. Puede seguir creciendo y mantenerse entre los mejores del mundo”, indicó.

Por su parte, Rézola, que cumplió su debut olímpico, si bien admitió quedarse “con las ganas” de obtener una medalla, destacó la gran “perfomance” que realizaron en la competencia. “Sentimos que arañamos la medalla, pero no se nos dio. A lo mejor, con un día sin malas condiciones, la mano hubiese sido diferente. Igual, estoy hecho. Ojalá que esto sirva de envión”, apuntó el palista.