Emanuel Ginóbili, uno de los símbolos de la Generación Dorada de básquetbol, llegó ayer por la mañana al país y aseguró que “no sé si voy a seguir jugando en la Selección. Cuando llegue el momento decidiré, hoy no lo sé”. Manu, uno de los más buscados por la prensa y que había puesto en duda su continuidad en la Selección después de perder en Londres el partido por la medalla de bronce, afirmó: “Pueden haber sido mis últimos Juegos. Del próximo Mundial no sé. Nadie me puede pedir nada, sólo mi familia. Cuando llegue el momento lo decidiré”.

“Es una decisión que tomaré en su momento. De acá a dos años no sé si todavía voy a estar jugando, voy a tener 37. No sabés cómo puede llegar tu físico, la cabeza, tu motivación... Ahora no tengo herramientas para decidirlo”, avisó el escolta de San Antonio Spurs, de la NBA.

Ginóbili salió rápido del Aeropuerto de Ezeiza para viajar a Bahía Blanca y reencontrarse con su familia. “Estoy feliz de volver después de haber estado tanto tiempo lejos de casa. Tengo muchas ganas de estar en Bahía con mi mujer y mis hijos. Quiero descansar y bajar un poco la adrenalina”.

Sobre el cuarto puesto en los Juegos de Londres, el basquetbolista afirmó que “es un gran logro. No es fácil llegar a la semifinal de unos Juegos Olímpicos. El tema es que cuando estás ahí y tenés dos chances de pelear una medalla, no querés volver con las manos vacías. Esta vez no se dio y nos sentimos todos muy tristes”. Y agregó: “Fue un momento muy duro cuando terminó el juego. A veces te toca perder y hay que afrontarlo con la frente alta. Estuvimos a un minuto de ganar, por eso duele. Pero hay que recuperarnos de esta derrota como lo hicimos con otras derrotas que tuvimos en la vida”.

De todas maneras, Ginóbili destacó lo realizado por el conjunto nacional en estos últimos años. “Con el tiempo te das cuenta de que hiciste algo difícil y lo valorás. Son tres Juegos Olímpicos en el que ganamos oro, bronce y ahora nos quedamos en la puerta de otro bronce. Sabemos que no es fácil, es un gran mérito, pero todavía es muy reciente y nos duele. Cuesta asumirlo”.

Luis Scola coincidió: “Fue un torneo raro y difícil, se jugó bien pero con un final triste. No nos tocó ganar, pero estuvimos muy cerca y el equipo jugó bien. Lo que pasa es que otras veces nos tocó ganar y esta vez nos tocó perder en el último minuto”.