Estudiantes y Colón asumían el partido con el premio extra de que un triunfo significaba acceder a la punta, compartida con Boca para los locales y en soledad para los santafesinos. Sin embargo, en el arranque la zanahoria del liderazgo no pareció entusiasmarlos demasiado. Por su condición de local, Estudiantes salió un poco más insistente en el ataque. Por el contrario, Colón asumió una postura más especulativa, cerca de Pozo, y sin arriesgar en ataque.

Con ese panorama, el partido tenía un desarrollo monótono, con pocas emociones y casi sin situaciones de peligro frente a los arcos. Los dos se cuidaban más de lo que arriesgaban. Hasta que, cuando promediaba la primera mitad, Prediger se plantó en tres cuartos y habilitó bien a Caire, que llegó a la carrera y sacó un remate cruzado que se le escurrió de las manos a Villar para convertirse en el gol de Colón. Con la ventaja, la postura de ambos equipos se acentuó, con el agravante de que Estudiantes quedó más expuesto. Con Gastón Fernández bien contenido, al equipo de Diego Cagna le faltaban generadores de juego para inquietar al fondo visitante. Por eso sólo llegó a través de una corrida de Núñez, que se apresuró y buscó el primer palo ante el achique de Pozo, cuando tenía mejor ubicado a Carrillo por el medio.

En la segunda mitad, el trámite no varió. Estudiantes manejaba la pelota, aunque no generaba riesgo ante un Colón muy sereno. Pero en la única maniobra clara que tuvo, el equipo platense llegó al empate: Gastón Fernández habilitó a Núñez para que le bajara la pelota a Carrillo, quien definió muy bien ante la salida de Pozo.

Cuando todo parecía que se moría en un empate que no le servía a ninguno, Colón se encontró con la victoria gracias a un penal que convirtió con clase Iván Moreno y Fabianesi, luego de una mano de Auzqui en el área. Así, Colón se llevó un triunfo por el que no hizo demasiado, pero que le sirve para quedar como único líder del certamen.

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