Mientras una sugerencia policial llevó a la Asociación del Fútbol Argentino a suspender el partido que anoche debían jugar Racing y Central en Avellaneda, porque fuentes de inteligencia previeron una venganza de barras de Independiente a raíz de la muerte del hincha Gustavo Rivero, el domingo, el secretario de Seguridad de la Nación, Juan José Alvarez, sentenció que si el próximo domingo se repiten situaciones similares “lamentablemente habrá que parar el fútbol o, de lo contrario, seguir llorando jornadas como ésa”.
Además, las sugerencias de la policía se extendieron a la programación de la próxima fecha, un terreno que parecía coto exclusivo de la AFA y de TyC. Estudiantes-River no irá a las 19.30 sino a las 17.10, mientras que Boca-Gimnasia se jugará a las 19.30, pero lo más importante es que Independiente-Belgrano pasa del sábado a las 21.10, al domingo a las 16.30, simultáneamente a Newell’s-Racing en Rosario: la policía quiere evitar partidos nocturnos de los dos equipos de Avellaneda, para reducir los riesgos de una vendetta.
Racing-Central fue suspendido “a instancias del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, por informe de la policía, y de común acuerdo con la AFA”, y no tiene nueva fecha prevista de realización.
El enfrentamiento entre barras de Racing e Independiente causó, además de la muerte de Rivero, otros 20 heridos –16 de ellos con balas de plomo, 3 de los cuales permanecen internados con pronóstico reservado– y 25 detenidos. Alvarez responsabilizó por esos hechos “a la policía de la provincia de Buenos Aires y la que tenía jurisdicción en esa zona de Avellaneda”.
El secretario de Seguridad criticó la reducción del personal policial adicional destacado en los operativos de seguridad en los estadios: “Cuando se habló con la policía, a pedido de los clubes, para disminuir el costo de la seguridad en un 20 por ciento, no se decidió bajarse en ese porcentaje la cantidad de efectivos”.
“En todo caso a los clubes deberían costarle las medidas de seguridad un 20 por ciento menos y el resto lo debe aportar el Estado, tal como ocurrió en los clásicos del domingo pasado entre Boca-San Lorenzo y Huracán-River, en los que se consideró necesario agregar personal policial de servicio ordinario al ya contratado”, precisó.
El gobernador Felipe Solá se manifestó satisfecho por la suspensión, considerando que si se disputaba ese cotejo “podrían haberse concretado venganzas. No estaba de acuerdo con que se jugara un partido nocturno en cancha de Racing, donde el domingo hubo un muerto y varios heridos graves de bala”, expresó el mandatario. “Además, no ha habido todavía un descargo de responsabilidades de los que tienen que manejar el estadio de Racing ni de la propia institución. Entonces, 48 horas después, como si no pasara nada, no se puede hacer un partido”.
Un informe de inteligencia de la policía provincial determinó que un sector de la barra de Independiente, conocida como Los Camioneros, porque en las manifestaciones sindicales responden a Hugo Moyano, tenía previsto desarrollar posibles acciones violentas en contra de hinchas de Racing, ya que su equipo recién juega mañana en Rosario. De hecho, la empresa de transporte que ayer trasladó al plantel de Independiente a Rosario recibió un anónimo amenazando con “romper el micro en el camino”, por lo que el club reforzó la seguridad de los jugadores.