El clima de tranquilidad que vive Boca se vio alterado por el pequeño desgarro que sufrió Guillermo Barros Schelotto, que le impedirá jugar por lo menos durante diez días. De esa manera, el héroe en la clasificación ante Paysandú y en el clásico ante River, se perderá el primer partido de las semifinales de la Copa Libertadores ante América de Cali. Mientras tanto, en el plano futbolístico, a Boca le llegó el momento de decidir y la opción de su técnico es bien nítida. Con la mirada claramente puesta en el partido ante los colombianos, Carlos Bianchi resolvió colocar un equipo con muchos suplentes para el compromiso ante Huracán por el Clausura.
Barros Schelotto concurrió a la práctica de la tarde y, durante un ejercicio táctico, sintió una molestia, que lo obligó a abandonar su tarea. En principio se supuso que no era nada grave y que simplemente se trataba de una molestia en su aductor de la pierna derecha. Sin embargo, luego de los estudios que le realizaron en el Hospital Italiano, el médico del plantel, José Veiga, confirmó que el Mellizo sufrió un “pequeño” desgarro en la zona afectada.
Más allá de la lesión, ya estaba asegurado que Barros Schelotto no iba estar presente en el encuentro ante Huracán, al igual que la mayoría de los titulares. Por eso, Bianchi ensayó con varios jugadores que habitualmente alternan, en un partido de práctica que finalizó igualado 0-0. El conjunto titular que paró ayer formó con Muñoz; Jerez, Schiavi, Crosa, Calvo; Donnet, Pinto, Silvestre, Ezequiel González; Estévez, Bracamonte. Y si bien Bianchi no lo confirmó oficialmente, es casi seguro que el domingo ese equipo será el que se presentará en Parque Patricios, con la única variante del ingreso de Roberto Abbondanzieri por Muñoz.