El capítulo internacional del boxeo argentino se pondrá en marcha esta noche en Las Vegas. En el Hard Rock Hotel y Casino de la capital del estado de Nevada, el chubutense Lucas Martín Matthysse hará la primera defensa de su título interino de los welter juniors del Consejo Mundial. Su rival, a priori, accesible, será el estadounidense Mike Dallas Jr., en una pelea pactada a 12 asaltos que podrá ser vista en el Canal 610 de Direct TV desde las 23 horas.

Es tan favorito Matthysse y está tan bien considerado por quienes hacen y deshacen en el negocio del boxeo, que esta semana, las pizarras de las apuestas lo daban ganador en una proporción de 33 a 1 sobre su rival. Y aunque la cotización bajará a medida que se acerque la hora de subir al cuadrilátero, lo cierto es que la mirada de los apostadores corre en paralelo con la del mundillo pugilístico de los Estados Unidos que entiende la pelea de esta noche como una simple escala previa rumbo a objetivos más importantes. En efecto, si hoy vence a Dallas, Matthysse se asegurará para mitad de año la unificación ante el texano Danny García, el campeón regular de la categoría para el CMB y noqueador en 2012 de los ex campeones Erik Morales y Amir Khan.

El chubutense tiene 30 años y un record de 32 victorias (30 antes de límite) y 2 derrotas injustas ante Zab Judah y Devon Alexander que no le hicieron mella a su carrera. Ganó su porción de título en septiembre del año pasado ante el nigeriano Ajose Olosegun por nocaut técnico en el 10º round y esta noche lo expondrá por primera vez. Por su parte, Mike Dallas Jr. tiene 26 años y un registro de 19 triunfos (8 por fuera de combate), 2 derrotas y un empate. De sus últimas cuatro salidas profesionales, perdió en dos y no parece en condiciones de complicarlo a Matthysse más de la cuenta.

Sólo tiene una ventaja Dallas: las autoridades de la pelea serán todas de nacionalidad estadounidense. Por eso, curándose en salud, Mario Arano, el manager local de Matthysse, solicitó ecuanimidad a la hora de un hipotético fallo. Su pupilo ya sufrió en carne propia la injusticia de las decisiones enrevesadas. Y no quiere que le vuelva a suceder lo mismo ahora que tiene un título entre las manos y todo el futuro sonriéndole por delante.