El mismo día en que Julio Grondona eligió para anunciar su supuesta despedida de la AFA dentro de dos años y medio, cuando finalice su noveno mandato al frente de la entidad de la calle Viamonte, la revista francesa France Football lo involucró en una sospecha de corrupción en la entrega del Mundial 2022 a Qatar. De acuerdo con la publicación, Grondona es uno de los diez actores principales del acto de corrupción que culminó con la designación del pequeño emirato como sede del certamen, junto al ex presidente francés Nicolas Sarkozy; el máximo dirigente de la FIFA, Joseph Blatter; el titular de la UEFA, Michel Platini, y el presidente de la Conmebol, Nicolás Leoz; entre otros. También figura involucrado Gabriel Batistuta, que fue uno de los embajadores de la candidatura de Qatar.

De acuerdo con la investigación de 20 páginas de France Football, denominada “Qatargate”, el emirato dedicó enormes cantidades de dinero para comprar los votos necesarios en el seno del Comité Ejecutivo de la FIFA para lograr la organización del Mundial, que consiguió el 2 de diciembre de 2010 con 14 votos contra 8 de Estados Unidos. En el centro del entramado, la revista sitúa al ex presidente de la Confederación Asiática de Fútbol Mohamed bin Hammam, apartado posteriormente por sospechas de corrupción. Además, cita un e-mail interno de la FIFA en el que el secretario general de la entidad, Jérôme Valcke, declara: “Han comprado el Mundial 2022”. Valcke habló después del malentendido y aseguró que el tono de su e-mail era “jocoso”.

La revista, socia de la FIFA en el premio al Balón de Oro –distinción al mejor jugador del mundo que Lionel Messi ganó en las últimas cuatro temporadas–, repasa algunos elementos que considera sospechosos de haber influido en el voto de algunos miembros de la FIFA. Algunos de esos elementos surgen de la investigación encargada por la propia FIFA a la Comisión de Etica presidida por el estadounidense Michael Garcia.

La publicación describe una trama que asocia a la FIFA, al gobierno francés de aquel entonces comandado por Sarkozy y al titular de la UEFA, Michel Platini, quien se defendió de las acusaciones según las cuales vendió su voto a los dirigentes qataríes en noviembre de 2010, pocos días antes de la gala en la que el país árabe se impusiera en la votación. “Pensar que mi voto para Qatar 2022 se hizo sobre la base de acuerdos con el Estado francés y con Qatar no es más que pura especulación”, afirmó Platini en una rueda de prensa.

En el centro de la polémica está una supuesta cena que mantuvieron altos dirigentes del fútbol el 23 de noviembre de 2010 en el palacio del Elíseo, residencia presidencial francesa en París, apenas diez días antes del anuncio de la sede. Sarkozy recibió a Platini, al emir de Qatar, Hamad bin Khalifa al Thani, y al por aquel entonces presidente del Paris Saint Germain. A cambio del voto de Platini, los qataríes invertirían dinero en el fútbol francés, aseguró el semanario. Unos meses después, la empresa Qatar Sport Investments compró el PSG, club en el que invirtió muchos millones de dólares para reforzar su plantel. Además, QSI adquirió los derechos del fútbol francés. Platini no negó haber acudido a la cena, pero descartó por completo haber llegado a un acuerdo para el Mundial.

En cuanto a Grondona, France Football lo acusa de haber recibido dinero a cambio de su voto. Para afirmar eso recuerda que poco después de la entrega del torneo, el ex vicepresidente de la FIFA Jack Warner hizo correr el rumor de que cuatro miembros del Comité recibieron un total de 20 millones de dólares a cambio de votar por Qatar: uno de ellos sería Grondona. Los otros involucrados son el paraguayo Nicolás Leoz, el camerunés Issa Hayatou y el guatemalteco Rafael Salguero. También figura bajo la lupa un amistoso que la Selección Argentina disputó en Doha ante Brasil, apenas unos días antes de la elección de Qatar, por el que cobró siete millones de dólares. Ese día, Argentina se impuso 1-0 con un gol de Lionel Messi en el final del juego. A Leoz también le atribuyen un encuentro con el emir qatarí Hamad bin Khalifa al Thani, presidente de la Federación de su país, para firmar “acuerdos bilaterales”, justo después de la designación del Mundial.

En la investigación también quedaron salpicadas algunas figuras del fútbol, como Batistuta, el francés Zinedine Zidane y el catalán Pep Guardiola, en su momento embajadores de la candidatura. También el Barcelona, a través de su presidente, Sandro Rosell, por un acuerdo con la Qatar Foundation, que rompió la tradición del club catalán de no recibir dinero por patrocinio en su camiseta. Hace dos semanas, la FIFA anunció que decidiría a finales de enero si investiga a Qatar ante la sospecha de la compra de votos. Habrá que ver si esta investigación acelera ese proceso.