DEPORTES › KOBE BRYANT SUFRIO UNA LESION QUE LO TENDRA MAS DE SEIS MESES INACTIVO
El astro de Los Angeles Lakers sintió el esfuerzo de intentar llevar a su equipo a los playoffs y se rompió el tendón de Aquiles, por lo que insinuó que podía retirarse, aunque luego se planteó el desafío de regresar. Anoche lo operaron.
› Por Daniel García Marco
Kobe Bryant difícilmente permitirá que su extraordinaria carrera en la NBA termine así, pero una grave lesión en el tendón de Aquiles del pie izquierdo lo acerca de repente al final sin haber logrado su último éxito: el sexto anillo. “La frustración es insoportable. El enfado es ira. ¿Cómo pudo pasar? No tiene ningún maldito sentido. ¿Ahora se supone que tengo que volver y ser el mismo jugador o mejor con 35años? ¿Cómo se supone que lo voy a hacer?”, se desahogó Bryant en Fabebook a las 3.30 de la madrugada mientras en la cama miraba su pie “muerto”.
Bryant no entiende cómo le pudo pasar a él, al hombre que se autodenomina Vino porque mejora con los años. Una palabra italiana que destila la arrogancia que lo llevó a ser el cuarto máximo anotador de la historia de la NBA y a ganar cinco anillos. El viernes, la botella de vino se hizo añicos. La estrella, que persigue el sexto título que lo igualaría con Michael Jordan, pudo ser víctima de su propia ambición, de desear con demasiado fervor que Los Angeles Lakers llegaran a los playoffs tras una temporada aciaga y vivieran allí una metamorfosis improbable.
Es el primer jugador de 34 años en haber superado en una temporada los 3000 minutos desde que lo hicieran Michael Jordan y Gary Payton en 2002-03. En los seis partidos de abril disputó una media de 45,2 minutos y en cuatro de los últimos siete alcanzó los 47. “No tengo palabras para expresar lo mucho que admiro a Kobe y lo que ha estado haciendo toda la temporada”, dijo visiblemente afectado el español Pau Gasol, su mejor socio en los títulos de 2009 y 2010. “Estos diez días de pelea por el equipo con dolor, con el deseo de estar en la cancha cada segundo han sido simplemente increíbles”, alabó Gasol la actitud que quizás condenó a Bryant. “Estamos jugando un poco con fuego”, admitió el domingo pasado el técnico, Mike D’Antoni, consciente de que el astro estaba al límite, aunque no lo reconociera.
Así lo quería el propio Bryant, el hombre más poderoso dentro de los Lakers. “¿Por qué lo hago? Los playoffs, supongo”, afirmaba la estrella, que se consideraba casi invencible por su físico privilegiado, cuidado con los famosos baños de hielo. La noche del viernes no hubo hielo en el vestuario de los Lakers, sino las lágrimas que se asomaban en los enrojecidos ojos de Bryant mientras atendía a la prensa. “Lágrimas de devastación”, dijo luego en su cuenta de Twitter, en la que agradeció los “tweets de vicodina” para apaciguar su dolor. Entre ellos, el de LeBron James, con quien pelea por un lugar en el Olimpo de la NBA. “Si hay alguien que puede regresar de esa lesión es él”, lo animó la estrella de Miami Heat.
No sólo Bryant está en estado de shock, sino también sus compañeros, a los que deja en playoffs cuando faltan dos partidos, pero cuyo futuro, sin el guía, es oscuro. Su contrato expira a final de la temporada que viene, de la que podría perderse una buena parte. Recientemente dijo que desea jugar varios años más, sin especificar número. Su cuerpo, castigado, lo seguía hasta el viernes. Su futuro ahora es una incógnita y con él, el de los Lakers, siempre en manos de Bryant las últimas 17 temporadas.
Su tendón de Aquiles condiciona también el porvenir de Dwight Howard y de Gasol. El final de Bryant podría ser también el final de una era en los Lakers.
Tras la operación de ayer se sabrá más el alcance de la rotura. Podría estar seis meses de baja o hasta un año. Isiah Thomas, base de Detroit Pistons, nunca volvió de esa lesión cuando la sufrió, a los 32 años, pero también hay ejemplos positivos de profesionales que padecieron el mismo problema entrados en los 30 y regresaron, como el del jugador de fútbol americano Dan Marino o el futbolista David Beckham.
“¿Tengo la voluntad para superar esto? Quizás debería dejarlo y evocar la carrera que fue. Quizás es así como termina mi libro”, expresó sus dudas en Facebook. Pero luego se rebeló. “Quizás el padre tiempo me haya vencido o ¡quizás no! Un día comenzará un nuevo viaje, pero hoy NO es el día.” “Si me ves pelear con un oso, reza por el oso”, citó Bryant, cuyo ego se enfrentará ahora a su tendón de Aquiles.
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