La barra brava de Huracán irrumpió ayer en los vestuarios del estadio Tomás Ducó, de Parque Patricios, agredió y robó a algunos jugadores del plantel profesional, que había regresado desde San Juan, donde el equipo quedó eliminado ante Godoy Cruz en los 16avos de final de la Copa Argentina. El presidente de la institución, Alejandro Nadur, contó cómo se produjeron los hechos y relató: “Alrededor de 150 personas bajaron de dos micros, entraron el estadio, rompieron cuatro o cinco autos que estaban estacionados”. Los hechos de violencia se concretaron pasado el mediodía, cuando la mayoría de los futbolistas (especialmente los que permanecieron en Buenos Aires y se entrenaron en la cancha) estaba duchándose en los camarines.

“Amenazaron a los jugadores. Algunos fueron víctimas de golpes y de robo”, agregó el dirigente, que identificó al arquero Daniel Islas así como al mediocampista Walter Busse como “dos de los afectados”. Los integrantes de la barra ingresaron armados “con palos y encapuchados”, según la descripción hecha por el técnico Juan Manuel Llop.

Por lo sucedido, Llop señaló que se tomará “un tiempo” para evaluar los pasos a seguir, para no tomar decisiones “en caliente”. La referencia tiene que ver con que Llop y algunos futbolistas pensaron en rescindir sus contratos. “El club no tiene ni seguridad privada ni policial. Con esto que pasó, ¿cómo hago para pedirle a Busse que juegue el próximo partido?”, preguntó Llop. Y luego explicó: “Ayer (por el miércoles) perdimos con un equipo de Primera por penales y que suceda esto es complejo, no se puede trabajar así. Además, tampoco estamos tan complicados con el descenso como cuando asumimos”. Llop contó que hablaron con Nadur y adelantó que definirán hoy “qué hacer”.

“Hablamos con el presidente, le manifestamos lo ocurrido. El preparador físico también se quiere ir del club porque es la segunda vez que nos pasa. Es muy difícil todo. Vamos a evaluar qué hacemos y definiremos. Cuando hay este tipo de episodios, uno está emocionalmente tocado y tomás decisiones en caliente. Hay que tomarse un tiempo y evaluar qué hacer”, concluyó Llop.

“Rayaron los autos de (Walter) Busse, (Mauro) Milano y otros jugadores. Hasta del preparador físico”, señaló el entrenador, en referencia a que su colaborador, Hugo Reinaudo, también estuvo entre los elegidos de los violentos. “No sé los motivos. Pero me imagino que debe ser por los últimos resultados deportivos”, expresó Nadur, al ser consultado sobre los argumentos de los delincuentes para concretar las agresiones.

“Lo que ha sucedido es una barbaridad. No se justifica de ningún modo”, sostuvo la máxima autoridad del club, que resaltó que “así se hubiese perdido 15-0 con Godoy Cruz esto no tiene sentido, no debería haber pasado”.

Nadur se mostró sorprendido por el comportamiento de los violentos y señaló que lo ocurrido no le quitará “las fuerzas”. Pero el dirigente sí reconoció tener “mucha angustia”. “Fue muy grave lo que pasó. A algunos chicos los golpearon inclusive”, agregó Llop, quien no quiso abrir juicio sobre su futuro dentro o fuera de la institución.