Por esas paradojas del calendario futbolero, Newell’s y Vélez protagonizaron ayer, por el torneo Final, una previa del trascendental duelo que disputarán en cuatro días, por los octavos de final de la Copa Libertadores. La prueba piloto fue para el equipo rosarino, que optó por no descuidar ningún frente, y con goles de Tonso, Cáceres y Urruti se impuso 3-1 para subirse a la cima del torneo, con 22 unidades. Rescaldani marcó el descuento para el conjunto de juveniles de Ricardo Gareca, que apuesta decididamente al certamen continental. La nota dramática del juego se dio en el final, cuando Iván Bella se desplomó en el campo con un ataque de epilepsia, pero pudo ser estabilizado tras ser atendido y trasladado en ambulancia al hospital San Juan de Dios de Ramos Mejía.

De entrada, el dueño de casa asomó en el área contraria con un zurdazo de Rescaldani, tras un envío desde la derecha, y forzó una estupenda respuesta de Guzmán, que se tuvo que estirar para tapar el remate esquinado. Enseguida, la visita se despertó y respondió con una genialidad de Tonso, en su primera incursión ofensiva. El atacante ingresó en el área, quebró su cintura, se sacó la marca de encima y definió junto a un palo, ante un inmóvil Sosa, que tuvo el mejor plano de un gol exquisito. El equipo rosarino aprovechó el envión y fue por más. Manejó la pelota y por momentos asedió al rival. Hasta pudo haber ampliado con un remate de pelota parada de Rodríguez, que besó el techo del arco.

En el complemento, Newell’s cedió la pelota y los jóvenes de Vélez, que habían demostrado mejores intenciones que decisiones, hallaron el empate en una corajeada de Rescaldani. El delantero aprovechó un flojo cierre de Vergini, se llevó la pelota, quedó de frente al arco y definió al primer palo para poner el empate. El estruendo del tanto encendió el partido, y los de Gerardo Martino, que habían preferido refugiarse tras lograr la diferencia, sintieron la necesidad de llevarse un triunfo desde Liniers para seguir prendidos en el campeonato. El arquero de Vélez colaboró con esa meta. Tras un débil remate de Cáceres desde el borde del área, tuvo una reacción tardía y volvió a ser espectador de lujo de la caída de su arco. De contragolpe, Urruti sentenció el trámite con un furioso remate desde el borde del área para dejar líder al conjunto rosarino.